El esperado estreno de la serie de Marvel protagonizada por el Señor Oscuro se puede encontrar desde hace unas semanas en las tiendas de cómic (en inglés, para leerlo en español todavía hay que esperar un poco más), y como sigue siendo la norma, vamos a indagar en lo que ofrece este cómic.
Lo primero que llama la atención es que la historia comienza de manera muy similar a El retorno del Jedi, creando de esa forma un paralelismo con las películas: Darth Vader entrando en el palacio de Jabba en el lejano Tatooine, solo que el Señor Oscuro no parece tan paciente ni sus métodos son los mismos que los de Luke Skywalker a la hora de negociar con el hutt. La falta de paciencia de Vader es legendaria, como bien saben durante una milésima de segundo los guardias gamorreanos que hay apostados a la entrada del palacio.
Lo segundo es que aunque no conocemos detalles nuevos de la saga galáctica (algo que viene siendo la norma desde el primer número de Star Wars), la trama se centra en los intentos de Vader por encontrar al piloto que destruyó la Estrella de la Muerte (eh, si yo hubiera gastado millones de créditos en algo y un loco del desierto va y lo destruye, también le perseguiría para ajustar cuentas), por lo que estamos ante una trama paralela a la serie escrita por Jason Aaron.
Kieron Gillen escribe el guión de este primer número de Darth Vader pensando, obviamente, en los espectadores de las películas: es fiel al espíritu del propio personaje y de paso introduce escenas conocidas para los fans de la trilogía clásica (aunque no soy muy amigo de los flashbacks, algo que en mi opinión rompe la manera en que se cuenta esta historia galáctica). Tiene un toque de frescura el saber que Darth Vader estuvo en la corte de Jabba antes que Luke y que de paso veamos como se desenvuelve el Señor Oscuro en la misma situación, haya o no rancor de por medio.
El dibujo de Salvador Larroca es espectacular. Tal y como vimos en el avance que nos enseñaba una instantánea del Señor Oscuro hablando con la babosa gigante, su estilo es sumamente realista y define a los personajes tal y como hemos visto en las películas, muy parecido a como lo ha hecho John Cassaday en Star Wars, solo que Larroca lo tiene más fácil debido a que casi todo lo que tiene que dibujar en este número son androides, criaturas alienígenas o gente con cascos y armaduras. En cualquiera de los casos, su representación de Darth Vader es de las mejores que se han visto en un cómic. Sin embargo, no es tan buena la forma en que se han plasmado los sables láser en el cómic, algo que se viene arrastrando desde la reentrada de la saga en Marvel: no dejan rastro en el aire, aunque Larroca y el colorista –Edgar Delgado– lo hacen mejor que en la primera serie cuando el arma está quieta.
Para concluir, decir que Darth Vader no ofrece prácticamente nada a los habituales de los cómics de Star Wars, únicamente establece un punto de partida para la nuevas aventuras en solitario del Señor Oscuro en la Casa de las Ideas y recupera el mismo trato que le da Palpatine a Vader: de ninguneo. Pero es una lectura recomendable para todos aquellos que quieran leer algo más del villano de las películas originales y no tengan a mano otras historias del personaje. Por último, tengamos en cuenta que es un número en grapa, y que por tanto la lectura termina cuando la cosa empieza a ponerse interesante.
Edición americana:
Marvel, febrero 2015
Grapa, 32 págs. 3,99$
Edición española:
Planeta Cómic, abril 2015
Grapa, 58 págs. 1€
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.