El cine de superhéroes ofrece cada año que pasa una mayor cantidad de espectáculo. Los hemos visto en Iron Man 3, en Los Vengadores y en Guardianes de la galaxia. Lejos quedaron los tiempos de Iron Man (2008), Thor (2011) y Capitán América (2011), cintas que vistas desde la perspectiva de 2015 parecen incluso ligeramente modestas por ser de las primeras cintas que se adentraban en el terreno superheroico, y eso que hablamos tan solo de unos pocos años. La tecnología y la forma de expresar las aventuras de los personajes de Marvel evoluciona a la misma velocidad que el gen mutante: con grandes dosis de espectáculo y pirotecnia, mucha pirotecnia. De todas formas, no esperamos otra cosa cuando vamos al cine a ver algo de Marvel, y por suerte Los Vengadores: La era de Ultrón da justo lo que promete.
Joss Whedon creó escuela con Los Vengadores a la hora de hacer una película de un grupo de personajes, haciendo que cada uno de ellos participe en el desarrollo de la trama con unas habilidades concretas (y que ya habíamos visto previamente gracias a sus propias películas) y sin que uno tenga más peso que otro, y la misma fórmula ha repetido el director en Los Vengadores: La era de Ultrón.
Siguiendo el plan cinematográfico de Marvel, la segunda de Los Vengadores lanza al grupo al combate contra un villano muy diferente del de la primera parte (fue Loki quien puso en jaque a todo el grupo). Ultrón es más tecnológico y sus intenciones son distintas: destruir en vez de esclavizar. Por lo menos Loki tenía cierto toque de humanidad. Si bien Ultrón, como el Voldemort de Harry Potter, resulta ser un villano muy predecible gracias a que en un instante sabemos de qué es capaz, no por ello deja de ser interesante, especialmente por el aire de villano con clase que desprende. Es una pena que sus posibilidades antagónicas no estén totalmente aprovechadas e incluso podrían haber dado para otra película, pero parece que este tipo de villanos son un recurso de relleno y que sirven para hacer tiempo mientras los héroes suban de nivel sus habilidades y se preparan para enfrentarse a alguien superior: es lo que estamos esperando muchos con las dos partes de Los Vengadores: La guerra del infinito. Sin embargo, Ultrón tiene una de las mejores presentaciones que se han podido ver en los últimos años.
He de admitir que esperaba en esta segunda parte de los vengadores esperaba algo más de sorpresa, un toque menos infantil en los diálogos (aunque se agradece la familiaridad que tienen entre sí todos los personajes) y alguna diferencia en el esquema de los enfrentamientos, ya que es muy parecido al de la primera parte.
En mi opinión, estos han sido los mejores momentos (cuidado con los spoilers si todavía no la has visto):
1. La brutal pelea entre un Hulk desatado y el Hulkbuster de Tony Stark. Solo por eso la película gana más enteros. Es aquí donde se pone de manifiesto el nivel de peligrosidad de personajes como Hulk, quien como un prometeo increíblemente salvaje hace que el espectador se pregunte, entre tanto caos y destrucción, si no sería mejor deshacerse de alguien así. Hulk hace la función de la bestia descontrolada, pero Tony Stark hace el papel de científico que experimenta con fuerzas que no comprende del todo. De alguna forma, Stark se enfrenta aquí a dos criaturas artificiales que son producto de la ciencia.
2. Los Vengadores luchan en un país europeo. Es interesante, aunque no es en absoluto relevante para la trama. Pero da la perspectiva de que el grupo no solo opera en suelo estadounidense.
3. La presentación de dos nuevos personajes con poderes. Pietro y Wanda Maximoff son los nuevos héroes de la cinta, aunque su alineamiento al inicio de la pelea no está en el bando de los buenos. Es una lástima, sin embargo, que Pietro no tenga absolutamente nada que ver con el personaje que presentaron en X-Men: Días del futuro pasado, pero la magia de la bruja y la velocidad de Pietro son divertidas.
4. El nacimiento de la Visión. Es aquí donde retomamos el clásico tema del personaje enfrentado a su creador por discrepancia de caracteres: mientras que uno busca destruir porque cree que la raza humana es un peligro, el otro cree que no debe intervenir nada externo en su evolución. Esperamos ver todas las posibilidades que encierra el personaje en futuras entregas, porque le da otro trasfondo a la película. El propio Paul Bettany, quien ya puso la voz a Jarvis, interpreta en carne y hueso al personaje.
comentarios
Yo disfruté como una enana durante las dos horas de metraje. ¡Cine palomitero con mayúsculas!
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.