15 de mayo de 2015

Reseña: 'Conan el vengador nº 1' de Fred Van Lente, Brian Ching y Eduardo Francisco


Conan el vengador nº 1
Género: Fantasía; Editor: Planeta Cómic; Edición: Tapa dura, 152 páginas, 17,95 € (10,99 € en electrónico); Traducción: V. M. García de Isusi

Después de leer la versión de Brian Wood del cimmerio de Robert E. Howard, es momento de hablar de la serie más reciente del personaje a cargo de Fred Van Lente que está publicando la editorial americana Dark Horse y que llega en español de la mano de Planeta en un tomo que recoge los seis primeros números de la serie original que vendría a titularse "Sombras sobre Kush".

Conan el vengador, aunque puede tomarse como punto de partida para nuevos lectores que quieran adentrarse en las aventuras en viñetas del personaje, sin embargo es recomendable haber leído la anterior serie escrita por Brian Wood (publicada en cuatro tomos en tapa dura por Planeta) para conocer las desdichas de Conan ahora que ya no está en compañía de la pirata Bêlit. O también puede leerse el correspondiente relato original de Howard, La reina de la Costa Negra, que para el caso es lo mismo.

"¡Venga, ven!" "Hssssss, Hssssss". Ilustración de Brian Ching

El guionista transporta a Conan hasta Shumballa, capital de Kush. El cimmerio ahoga las penas en vino por la pérdida del que ha sido el gran amor de su vida, pero al igual que ocurre en muchas de las historias del bárbaro, alguien termina por pulsar las teclas equivocadas y saca lo mejor del cimmerio, más concretamente unos ladrones que roban todas las pertenencias del bárbaro, cubren su cuerpo de tatuajes y lo tiran a un vertedero. Esto es razón suficiente para que el bárbaro les quite los dientes a pisotones.

Lo que sigue reúne todos los tópicos de las historias de Conan: magia negra, uno o dos hechiceros, un pueblo oprimido a punto de saltar contra sus gobernantes, una joven en peligro, una bestia peligrosa y otra mujer, pero esta con delirios de grandeza. Entre medias está Conan, quien constantemente trata de encontrar el significado a una inusual visión que afecta su mente.

Conan el vengador es, por decirlo de la forma más correcta posible, un nuevo capítulo en orden cronológico dentro de la vida del cimmerio, sin apenas ninguna cualidad relevantes por tratarse de la continuación de una etapa y no un trabajo de autor con ciertas libertades creativas. Es, sencillamente, Conan el bárbaro en la enésima adaptación a cómic, con lo bueno y lo malo que ello supone. La parte mala es que una vez más es el Conan potenciado por el editor L. Sprague de Camp (guerrero musculoso con espada en mano, sin apenas nada más allá del gusto por saquear tesoros y cientos de cabezas por rebanar, aunque esté más cerca del Conan joven de Howard), y que no aporta absolutamente nada a la imaginería del personaje. Para lo contrario hay que recurrir de forma obligada a los escritos originales del tejano.

Conan no hace buenas migas con los hechiceros. Ilustración de Daryl Mandryk para la portada del número 6 original

La parte buena es que es un entretenimiento correcto y otro aporte más a la tonelada de historias sobre en un medio como el cómic, con todos los elementos propios de las aventuras del cimmerio. Hay que reconocer, sin embargo, que desde un punto de vista psicológico es interesante ver como el guionista desarrolla la pérdida de la compañera de Conan y los diferentes nexos de unión que vemos a lo largo del relato (por ejemplo las botas), o la educación "antimagia" que le dio su padre.

El apartado artístico de los tres primeros números corre a cargo de Brian Ching, y mientras el artista ofrece un acabado refrescante del cimmerio y su entorno (pero sin llegar a ser uno de los mejores dibujos que hemos visto en la colección), cambia radicalmente a partir del número 4 (el de la portada de Fiona Staples en el original) con los lápices de Eduardo Francisco, quien en mi opinión baja mucho el nivel con un Conan de rostro más angelical en contraste con el de Ching (más anguloso y embrutecido) por no decir que el aspecto general es pobre y sin ningún tipo de cualidad especial en el plano artístico.

Lo más importante es que si anteriormente te has divertido con las aventuras en cómic del personaje en manos de Dark Horse, es muy posible que también disfrutes con este si ignoras el inconveniente de que no es ni mucho menos el mejor Conan y que no aporta nada a la trayectoria del personaje.

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