11 de junio de 2015

Víctor Miguel Gallardo: 'Las editoriales independientes nos complementamos'

El editor de la recién aparecida Esdrújula Ediciones responde a nuestras preguntas sobre la creación del sello y sobre el mundo editorial.



Nadie podría haber asegurado hace años que la crisis en el mundillo literario traería de la mano un boom de nacimientos de pequeñas editoriales que han decidido darle la vuelta a la tortilla a la situación. Muchas de ellas cansadas de la mecánica de los grandes sellos, han conseguido crear una subcultura de la literatura que apuesta por llegar de lleno al corazón de ese lector que desde hacía tiempo vagaba perdido entre novedades anodinas, en ocasiones incapaz de ver diferencia alguna entre los escaparates de los grandes centros comerciales y de algunas librerías venidas a menos.

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Entre estas nuevas editoriales tan interesantes y particulares está Esdrújula Ediciones, con sede en Granada pero que pretende tener presencia nacional e internacional. Es un pequeño sello formado por el tándem de Mariana Lozano Ortiz —filóloga, traductora e intérprete de griego, maquetadora, correctora y editora— y Víctor Miguel Gallardo Barragán —quien fue el presidente más joven de la AEFCFT (la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror), escritor, corrector y editor—  , al cual le hemos querido hacer unas cuantas preguntas, aprovechando también la presencia de Esdrújula por primera vez en la 74ª edición Feria del Libro de Madrid.

Cyram: Ante todo déjame agradecerte que nos hayas ofrecido la posibilidad de entrevistarte y de haber tenido tanta paciencia para la realización de esta entrevista.

Víctor: Para nada paciencia. Es todo un placer estar en La espada en la tinta.

Todo el que navegue en redes desde hace algún tiempo sabe que no es la primera vez que te vemos relacionado con el mundo de la edición y la publicación. Tras tu paso por estos lares y pensando en como ha afectado la crisis al mundo editorial, ¿Qué es lo que te motivó para fundar Esdrújula? ¿Cuál es la razón por la que elegiste Granada para hacerlo?

Bueno, lo primero que tengo que hacer es mencionar que yo solo soy el 50% de Esdrújula Ediciones. La otra parte de culpa de esta locura literaria la tiene mi compañera Mariana Lozano Ortiz. Sin ella no habría proyecto.

“Nuestra apuesta es que todos nuestros libros salgan, de forma simultánea, en papel y en digital. Y sin DRM. Me niego a criminalizar a mis lectores.”
Con respecto a las motivaciones, era el paso lógico. Llevo desde 2004 en el mundo de la edición, unas veces con proyectos personales y otras como editor asalariado. Había llegado el momento de volver a intentarlo por mi cuenta y construir el proyecto editorial que tengo en mi cabeza. De mi anterior proyecto, Ediciones Parnaso (seguramente más de un lector recordará la colección Vórtice, especializada en género fantástico), guardo recuerdos muy gratos; también sirvió para que descubriera, la mayor parte de las veces a base de bofetadas con la mano abierta, de qué va esto de la edición. Tenía idealizada la labor del editor, y fue duro darse cuenta de que es una profesión que requiere dedicación y tiempo, mucha mano izquierda y gran habilidad para las relaciones sociales. Posteriores proyectos, ya como empleado, me han servido para crecer profesionalmente, ya no solo aprendiendo cómo hacer las cosas, sino también cómo no hacerlas, que es igualmente importante, si no más.

Con respecto a la elección de Granada, he de reconocer que en los últimos meses ha habido quien me ha comentado que deberíamos habernos ido a Madrid para iniciar Esdrújula. Pero, en mi opinión, Granada tiene un gran peso simbólico a nivel cultural (desgraciadamente más simbólico que real en la actualidad por la dejadez de las instituciones), y, aparte, la inmediatez de las telecomunicaciones no hacen necesario que físicamente tengamos que estar residiendo ni en Madrid ni en Barcelona, que son las dos capitales literarias de nuestro país. Sospecho que, como editor de Esdrújula, voy a tener que viajar mucho, especialmente a Madrid, pero quiero seguir en Granada y que Esdrújula sea una editorial con sede en la ciudad de la Alhambra. Además de mi compromiso de hacer libros de calidad, tengo especial interés en que la cultura de mi ciudad esté viva. Y, después de todo, ya hay en Granada editoriales de primer orden y respetadas a nivel nacional e internacional, como es el caso de Bárbara Fiore, Cuadernos del Vigía, Traspiés o Valparaíso.


Una de las muchas cosas que me han llamado la atención de la editorial son los títulos tan originales de las colecciones, términos que para algunos puede que no sean conocidos: Sístole, Meteórica, Libélula, Ecléctica, Etcétera, Diástole... ¿Qué fue lo que te hizo decantarte por ellos?

Bueno, todas son palabras esdrújulas, eso lo primero, así que en realidad es una decisión conceptual. Sístole y Diástole son el corazón de la editorial, la primera dedicada a la narrativa y el ensayo y la segunda a la poesía, el teatro y la narrativa breve. El resto de nombres de las colecciones pretenden hacer un guiño al lector: Meteórica para la narrativa juvenil, siempre candente y a gran velocidad; Libélula para los libros infantiles, que son especialmente bellos (al ser ilustrados) y frágiles. Y así con todas.

Sabemos que muchos sellos editoriales se niegan a publicar algunos géneros literarios minoritarios y que tratan de minimizar riesgos lanzándose de cabeza a publicar otros que se ponen temporalmente de moda. Como editor, ¿primas la rentabilidad a tu gusto personal o podrías destacar algún género vetado en Esdrújula?

“El futuro cercano del libro yo lo veo así: coexistencia pacífica de papel y digital. No hay más.”
No me gustaría imaginar a Esdrújula sacando libros sobre zombies, novelas clónicas de Cincuenta sombras de Grey o literatura romántica ambientada en países exóticos, por citar tres «corrientes» o modas actuales. No creo que ni Mariana ni yo nos sintiéramos cómodos editando ese tipo de obras.

Pero, ojo, las modas son traicioneras. ¿Y si se pone de moda un tipo de literatura que sí nos guste y nos llega una obra que, lejos de ser una copia o un refrito, tenga valor por sí sola? ¿Dejaríamos de publicarla por no entrar en el juego de lo que se lleva? Es complicado responder a tu pregunta, la verdad, así que en principio creo que el único género vetado es el de la autoayuda, e incluso así tengo mis dudas porque ¿es Autónomos: la guía definitiva de Blackie Books un manual de autoayuda? Porque si puede ser considerado así, entonces me trago mis palabras.

En todo caso, y siendo 100% sincero, comprendo perfectamente que haya editoriales que publiquen solo lo que les apetece y les gusta; se lo pueden permitir. Una parte de los editores que todos tenemos en la cabeza no viven de esto. ¡Claro que pueden limitarse a publicar los libros que quieren! Nosotros no podemos hacerlo, es así de simple. Vivimos de la edición, hemos puesto toda nuestra vida en ello. No tenemos un colchón económico detrás, ni socios capitalistas que nos respalden, ni publicamos gracias a subvenciones. Tenemos que hacer malabares para publicar libros que merezcan la pena y que a la vez no nos hagan perder dinero. Con tan solo un par de novedades consecutivas que no interesen a los lectores podríamos estar obligados a echar el cierre. Esto nos obliga a ser muy severos a la hora de elegir qué publicar, y esa es la peor parte de nuestro trabajo: tener que decir que no a autores que han escrito libros que nos encantan pero que sabemos que no vamos a poder defender como es debido en el mercado. Nadie te prepara para eso, es muy jodido.


Tras espiarte un poco, bien se puede decir con certeza que no te privas de dar abiertamente tu opinión sobre cuestiones polémicas en lo que a política se refiere. Incluso he podido ver que has entrevistado a más de una persona centrando en su ideología muchas de las preguntas que surgen en ese diálogo entre entrevistado y entrevistador. ¿Hay cabida en Esdrújula para libros que hablen de temática política o que reflejen momentos históricos donde la política haya sido decisiva?

Los que me conocen saben de sobra que soy beligerante en lo político. Y no lo escondo. Si lo hiciera, dejaría de ser yo, me estaría traicionando. Por supuesto que hay cabida para este tipo de libros en Esdrújula. Además, como licenciado en Historia que soy también, suponen uno de mis intereses.

Se sabe que en Esdrújula os habéis inclinado poderosamente hacia la publicación en digital. ¿Como planteas el futuro del libro? ¿Eres de los que prefieren papel y mil estantes abarrotados, o te gusta más tenerlo todo dentro de un chip?

Nuestra apuesta es que todos nuestros libros salgan, de forma simultánea, en papel y en digital. Y sin DRM. Me niego a criminalizar a mis lectores. Si quieren prestarse libros entre ellos, ¿por qué no van a poder hacerlo? ¿Es que no lo he hecho yo mil veces con libros en papel? Si luego cuatro quieren hacer negocio con ellos, no vamos a poder impedírselo ni con el DRM ni con marcas de agua ni con nada. Ninguna cosa me enerva más que la injusticia, y es inaceptable que los lectores se vean perjudicados por la actitud de unos pocos.

“Si yo tuviera ahora mismo una librería o una distribuidora estaría moviéndome para empezar a ofrecer contenidos digitales.”
Pasemos al futuro del libro, la pregunta del millón. En mi caso concreto, dependiendo del libro lo prefiero en papel o en digital. Por ponerte un ejemplo, soy consumidor ávido (más que ávido, seguramente lo mío es una patología) de ensayos y manuales sobre la Segunda Guerra Mundial, los fascismos, la Unión Soviética, etc. Esos los prefiero en digital. El ahorro de espacio es evidente, y me ahorro un divorcio. También consumo mucha poesía. Esa la quiero en papel. Y no creo ser el único. Hay libros, como los ilustrados, que apetece poseer. Poseer es el verbo, y no otro. Y el sentido de posesión, al menos para mí, es algo físico. Otros libros, en cambio, como los de consumo rápido, la novela que te llevas a la playa y que al final del verano acaba acartonada, la obra que te obligan a leer en el instituto, el manual que te recomiendan en la facultad… ¿por qué no hacerse con sus copias digitales? Además del ahorro de espacio, está también el económico, que no es el que debiera ser. Pero esa es otra cuestión. El futuro cercano del libro yo lo veo así: coexistencia pacífica de papel y digital. No hay más.

He visto que en El Cultural de El Mundo han citado a muchas de las pequeñas editoriales que han surgido en el último año y que están teniendo una acogida fantástica en la actual 74ª Feria del Libro de Madrid. Cada una de ellas ha elegido un lugar en el que posicionarse dentro de la literatura. ¿Cómo te planteas los próximos años teniendo en la competencia a todos estos nuevos sellos? ¿Te planteas la sinergia de este "boom" como una forma de ganarle terreno al desinterés por la lectura que tienen muchos habitantes en nuestro país?

Bueno, yo no los veo como nuestra competencia, ni a los que aparecen en el artículo ni a los que no se mencionan, ya sean editoriales creadas en 2015 o hace cinco o diez años. En realidad, las editoriales independientes nos complementamos, y lo realmente interesante es trabajar juntos. Es ejemplarizante lo que ha hecho el Grupo Contexto, aunando los esfuerzos de algunas de las editoriales independientes más interesantes de nuestro país para, juntos, crecer. Yo también deseo eso para Esdrújula: formar parte, en un futuro cercano, de una alianza de editoriales análoga a Contexto. Es uno de nuestros grandes proyectos para los próximos años, y responde tanto a cierto romanticismo (ir de la mano de editoriales que nos gusten) como, no nos engañemos, al espíritu práctico. Porque, estando Esdrújula como está en Granada, ¿no sería interesante colaborar con una editorial de Sevilla, un par de Madrid, otro par de Barcelona, una de Bilbao y otra de, qué sé yo, Lugo, para cubrir mejor la geografía española? Los beneficios de este tipo de alianzas para editoriales pequeñas con recursos económicos limitados son enormes. La posibilidad de compartir gastos en las ferias del libro es solo una de las muchas ventajas que se me ocurren. El editor que esté interesado en hablar más sobre el tema, ya sabe, aquí me tiene.


En los últimos tiempos, concretamente en Granada, hemos visto cómo han desaparecido algunas de las librerías más emblemáticas de la ciudad. ¿Qué opinión te merece esto? ¿Has tenido o estás teniendo complicaciones para llevar los libros de Esdrújula a algunas librerías?

La desaparición de una librería siempre es motivo de pena. Igual que la de una panadería, un bar o un cine, ojo. Cada empresa que cierra significa el fin de muchas ilusiones depositadas, mucho trabajo desperdiciado y tiempo tirado a la basura. También, claro, se gana en aprendizaje y se acumulan experiencias. En el caso de las librerías, es obvio que en una ciudad como Granada, en la que una tercera parte de la población está en el paro, no se puede esperar otra cosa que la defenestración de empresas dedicadas a la cultura no enfocada al sector turístico.

“Urge recuperar unos premios de la crítica como fueron los Xatafi-Cyberdark”
Contestando a la segunda pregunta, no hemos tenido ningún problema con los libreros, más bien al contrario. Hemos tenido en estos dos meses relación con numerosos libreros de Madrid, Barcelona, Granada, Toledo, etc., y todos nos han acogido con mucho cariño. Y cuando digo todos es todos, no ha habido ninguna excepción, y eso que en el caso de Madrid y Barcelona estoy hablando de algunas de las librerías más importantes. En el caso concreto de Madrid, Mariana hizo un trabajo de campo magnífico, pateándose muchas de las librerías que considerábamos indispensables, hablando con los dueños o encargados, dándonos a conocer y mostrando nuestro trabajo y nuestra predisposición a participar en cualquier acto que organizaran. Por otro lado, hemos tenido la suerte de llegar a un acuerdo con distribuidoras que hacen bien su trabajo (en este caso Azeta, Distriforma e Ícaro, según zonas) y ofrecen con entusiasmo nuestro catálogo a los libreros; trabajando en equipo es más fácil crecer.

Hablando de librerías, ¿cuál ha sido tu relación con los libreros a lo largo de tu experiencia en este mundillo? ¿Crees que es posible que la mayoría de las librerías físicas se hayan quedado atrás al no ofrecer en tienda productos digitales?

Mi experiencia con los libreros siempre ha sido muy buena, sinceramente. No creo que el que no ofrezcan productos digitales sea ahora mismo un punto en su contra. La venta de ebooks sigue siendo minoritaria en nuestro país. Algún día cambiará esto, y como ya he dicho en otra respuesta, ambos libros tenderán a equipararse en ventas y, creo, coexistirán. Eso sí, opino que hay que espabilar. Y no lo digo tanto por los libreros como por los distribuidores. El hecho de que el libro electrónico ahora mismo sea minoritario no implica que en un futuro inmediato no sea una parte importante del mercado. Si yo tuviera ahora mismo una librería o una distribuidora estaría moviéndome para empezar a ofrecer contenidos digitales.


Déjame que te pregunte por otra cosa. Este año en la XXXIV Feria del libro de Granada se comentó que organizarías la futura Hispacon junto con otros personajes de renombre. Un congreso que veremos volver a esta ciudad tras casi cuarenta años. ¿Tienes algo que adelantarnos sobre ella?


Era necesario que la Hispacon volviera a Granada, eso lo primero. Esdrújula Ediciones colabora con la organización, al mando de Francisco Fernández Miser. Realmente es él el que tendría que responder a esta pregunta. Ya participamos juntos en la organización de las Hispacones de Dos Hermanas y, en menor medida, Sevilla. Dos Hermanas en concreto fue un trabajo contrarreloj que me quitó las ganas de volver a organizar nada en toda mi vida, tanto que el último día sufrí una crisis de ansiedad. El tiempo acaba borrando los malos recuerdos y magnifica los buenos, y aquí estoy de nuevo metido en esto. No es el único congreso que Esdrújula organizará este año, porque también en otoño colaboraremos en el congreso «Independientes: patrimonio literario y mercado editorial», en colaboración con la Universidad de Granada.

Hablando de eventos, recientemente salieron los resultados de los últimos Premios Ignotus. Algunas editoriales pequeñas se mostraron contrariadas por las redes sociales al no haber estado presentes en ninguna de las pocas categorías en las que se las había preseleccionado. ¿Qué opinas al respecto?

Peliagudo contestar a esta pregunta, en serio. No me gustaría que se me entendiera mal: tengo tres Ignotus en casa y estoy orgulloso de ellos, pero estos galardones premian la popularidad, no la calidad. Para una editorial pequeña es más difícil figurar en el palmarés por esa razón. Urge recuperar unos premios de la crítica como fueron los Xatafi-Cyberdark.

Pensando que habéis hecho una edición bilingúe realmente interesante de Aventuras de Alicia bajo tierra del escritor Lewis Carroll, ¿qué opinas sobre la consideración que se le tiene al mundo de la traducción y a los traductores en nuestro país?

“El primer paso que ha de dar un escritor en ciernes es considerar la corrección como algo imprescindible.”
Que no se les valora, pero que ellos no están solos. Tampoco se reconoce la labor de los correctores ni de los editores. C´est la vie. Cuando el libro llega a las manos del lector este no tiene por qué saber toda la gente que ha intervenido en el proceso que ha hecho que un original se convierta en lo que está leyendo. Me gustaría que supieran que muchos excelentes libros lo son gracias a sus traductores, sus correctores y sus editores. De todas ellas, la labor más ingrata es sin duda la del corrector, que es invisible. El traductor al menos siempre aparece en los créditos, y no es difícil identificarlo, sobre todo cuando un libro te ha gustado mucho (y, créeme, hay traductores que hacen mejores las obras a las que se enfrentan). La labor del editor, siendo más visible que la del corrector, es ahora mismo la más ninguneada. Muchos escritores piensan que un editor es simplemente una persona que les publica un libro. Esto es ciertamente doloroso por lo que tiene de verdad, porque muchos editores se limitan a seleccionar catálogo, pero el buen editor no solo elige los títulos que han de aparecer en su sello, sino que trabaja junto al autor y el corrector para hacer de un original una obra de calidad. Yo, cuando empecé en esto, era de esos editores que simplemente eligen. Ahora me implico en cada trabajo, hasta el punto de que corrijo a los correctores y me enfrento a los autores en cuestiones de estilo, trama, personajes o incluso argumento. Y estoy convencido de que es lo que hay que hacer.

Se ha dicho en ocasiones que hay muchos autores noveles que, motivados por su amor a la literatura, se lanzan a a publicar sin preocuparse por adquirir antes los conocimientos necesarios para hacerlo, lo que genera muchas decepciones en el proceso. ¿Tienes algo que recomendar a esos jóvenes escritores? ¿Esdrújula está abierta de cara a la recepción de manuscritos?

Voy a hablar con conocimiento de causa, ya que yo también fui un joven autor. Hasta la fecha tengo cuatro libros publicados, y me arrepiento de tres de ellos, no digo más. El primer paso que ha de dar un escritor en ciernes es considerar la corrección como algo imprescindible, y esto muchos no lo entienden. Es muy difícil que la primera vez que te enfrentas a un texto, escribas una obra maestra. Puede que lo que hayas parido sean las mimbres de un gran libro, pero es necesario y obligatorio que alguien lo revise. Es imposible que lo que has escrito y han leído un puñado de amigos no cualificados sea perfecto. La mejor trama, los mejores personajes, el mejor argumento y el ritmo más endiablado no son sinónimo de perfección. Es muy común, para mi desgracia, el comentario que hacen muchos autores de «mi novela ha sido corregida por fulanito, que es filólogo». En muchas ocasiones me cuesta horrores explicarles que me parece muy bien, pero que vamos a encargarle la revisión a menganito, que no es todo cuestión de filología, sino de experiencia, y que menganito lleva veinte o treinta años revisando profesionalmente textos literarios. Uno de los valores de Esdrújula es, precisamente, la experiencia de sus correctores. Todos me doblan en experiencia, y algunos casi en edad. Hacen un trabajo que no se valora a la hora de las reseñas y demás, pero que es imprescindible.

Con respecto a si estamos abiertos a la recepción de originales, la respuesta es un sí rotundo. Aquí estamos. Eso sí, no esperéis cartas tipo de rechazo o aceptación: nos leemos cada original que nos llega, lo valoramos, y actuamos en consecuencia.

Déjame preguntarte acerca de la prensa. Sabes bien que desde hace tiempo han surgido muchos portales, webs y blogs dedicados al mundo de la literatura. En ocasiones se han llegado a producir roces entre escritores, editores y reseñadores tras la redacción de ciertas reseñas y opiniones, ya que plantea la duda de si únicamente los periodistas profesionales deben dedicarse a esta labor. ¿Qué opinas al respecto? En tu dilatada experiencia ¿has tenido alguna vez que discutir con algún periodista o blogger por alguna reseña?

Como ya he dejado entrever en la anterior respuesta, mi opinión es que la formación académica de una persona no la valida para desempeñar ningún cargo. Los mejores críticos que conozco no son ni licenciados en Teoría de la Literatura ni mucho menos en Periodismo o Filología. De todas formas, creo que tanto el autor como el editor han de acoger cualquier opinión, sea de alguien que consideren cualificado o no, con humildad. Cada persona es un lector, y cada opinión de un lector merece la pena ser leída. Puedes estar más o menos de acuerdo con ella, pero has de respetarla y, si quieres mejorar, tomarla en cuenta.

Por último, (aunque sé que es una pregunta difícil de contestar), de todo el catálogo que tenéis editado hasta el momento. ¿Hay alguno que te guste especialmente o que te gustaría recomendar a nuestros lectores?

De todas las que me has hecho es sin duda la pregunta más difícil. Llevamos apenas un trimestre trabajando, y todos los libros que hemos editado me apasionan. Publicar a Lewis Carroll ha sido muy importante para nosotros, porque estamos hablando de uno de los Grandes, así, en mayúsculas, de la Literatura Universal, y encima creo que hemos hecho un buen trabajo de edición con su Aventuras de Alicia bajo Tierra. Haber conseguido los derechos en formato electrónico de Javier Egea, uno de los poetas más importantes de nuestra historia reciente, ha supuesto un espaldarazo a nuestra labor. Tener con nosotros a autores de la calidad de Minerva Margarita Villarreal, Andrés Pociña, Antonio Lara Ramos o Pilar García Reche, es una motivación extra para continuar en la brecha. Ayudar a que vea la luz una novela de corte fantástico tan excepcional como es El enviado de Cronos: Puerta a la Hélade, de Miguel Merino Rivas, nos enorgullece. Pero si tuviera que elegir una, ya que me obligas, me quedaría con Pasaje a las dehesas de invierno, de Francisco Jota-Pérez. Y la razón es sencilla: es uno de mis autores favoritos, lo llevo siguiendo desde hace años y, hace un tiempo, tuve la oportunidad de trabajar con él, algo que desaproveché. Haber inaugurado con su última novela la colección de narrativa de Esdrújula es toda una declaración de intenciones: habrá mejores y peores novelas en el futuro de nuestra editorial, seguramente las habrá más comerciales, pero en cuanto a singularidad, esto es a lo que aspiramos.

Muchas gracias por contestar a esta entrevista. Esperamos que os vaya muy bien en esta nueva andadura.

Muchas gracias a vosotros por contar con nosotros. Yo también espero que os vaya muy bien y que os convirtáis, como merecéis, en un referente.

4 comentarios:

  1. La variedad está bien y todo eso, pero para mi mientras no vuelvan los tiempos del boom de la fantasía épica no voy a considerar que estemos en un buen momento. Lo siento, estoy seguro de que las publicaciones de Esdrújula tendrán su público, pero no son para mi y como aquí cada cual habla de la feria según le va en ella no puedo sino lamentar la situación actual que vive el género de la fantasía en el que no se publica tanto como me gustaría, se cortan mas series de lo recomendable y apenas hay sitio (por no decir nada) para la fantasía clásica de aventureros.

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  2. Tildoras... hay muchos géneros sobre los que leer, no solo fantasía. Independientemente de que sea el que más te gusta. Además, como bien sale en la entrevista, también se habla mucho del libro electrónico, cosa en la que estás bastante puesto, ¿no? ^^ Aunque bueno, se puede decir que sí que es cierto que de fantasía épica no estamos muy boyantes, pero hay grandes escritores de todo tipo de géneros (sobre todo españoles), que ahora mismo lo están petando.

    Piensa que otra opción es aprender inglés de una vez y leerte toda esa cantidad ingente de libros que sacan a la mitad del coste por el que saldrían en España y sin tener que esperar. ¿Te lo has planteado? xD

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  3. Cyram yo no leo novelas que no sean de fantasía. El resto de géneros los disfruto en cómic, manga y anime, series de TV y cine, pero sencillamente en novelas no me interesa ninguna que no sea de fantasía así que vale muy bonito todo con esta editorial pero no me interesa nada lo más mínimo e incluso creo que la estética he han elegido para sus portadas le hace un flaco favor.

    Si no leo en ingles es por pura pereza, no por que no sepa. Soy bastante bueno con el ingles escrito (el hablado en cambio mejor no me escuchéis) y si, como ya no gasto en libros físicos probablemente debería empezar a visitar tiendas de ebooks en ingles... Pero me da mucha pereza leer en otro idioma que no sea español y aunque no fuese así eso da igual por que yo quisiera ante todo ver un muchísimo más saludable panorama fantástico en España.

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  4. Bueno, Tildoras, entonces me parece que no te gusta tanto la fantasía, porque si te da pereza leer en inglés aún sabiendo, apaga y vámonos. ¿Por qué perderse tanta fantasía como se publica en inglés (y en español también se publica bastante, ojo) si se tienen los medios para ello? Sinceramente, no lo entiendo.

    Y citando a Beckett: "No existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza".

    Como tu muy bien has reconocido, la pereza debe ser más poderosa que tu gusto por la fantasía. ;)

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