Ya está. La quinta temporada de Juego de tronos ha terminado y pese a que ha tenido episodios flojos en comparación con el "meneo" de temporadas anteriores, en los tres últimos capítulos se ha condensado todo lo que los guionistas no han hecho en los precedentes, dejando a la audiencia con los ojos más abiertos que... Bueno, muy abiertos.
Este comentario del capítulo La misericordia de la Madre contiene spoilers, así que ya sabéis lo que hacer: no leáis más si no queréis enteraros de lo que pasa.
Una cosa antes de lanzarnos a comentar: este episodio ha batido recórds de audiencia (y de piratería). 8.1 millones de espectadores solo en Estados Unidos ha hecho que tras cincuenta episodios de Juego de tronos emitidos, este y no otro sea lo más visto en los cinco años de emisión que lleva la serie (seguido muy de cerca por Casa Austera). Y razones no le faltan.
La temporada de las mil muertes
Lo primero que hay que decir del décimo episodio y de la quinta temporada en general es que, como suele suceder con los libros de "Canción de hielo y fuego", varios de los personajes que hasta ahora nos venían acompañando dejan de existir. A título personal diré que algunos de ellos, como Ser Barristan (quien pasa a ser sustituido por Jorah Mormont), no me apetecía nada que muriesen (como sabéis los que habéis leído Danza de dragones, tiene un papel fundamental al final de la novela) y tampoco estoy completamente feliz con el derrotero que ha tomado la serie en ese aspecto. Pero parece ser que, oh, sorpresa, las novelas tienen un devenir de los acontecimientos muy distinto del de la serie. Eso nos ha quedado clarísimo después de ver episodios como Danza de dragones.
Myrcella Lannister, la reina Selyse (quien no ha soportado la muerte de Shireen), Ser Meryn Trant, la arquera psicópata que lame las botas a Ramsay Bolton, Stannis Baratheon (si es que realmente está muerto y a Brienne no se le ha ablandado el corazón) y ahora Jon Nieve: todos ellos muertos han sido asesinados en La misericordia de la Madre. Esto ha dejado un escenario bastante desolador de cara a futuras temporadas, y tramas que el espectador/lector pensaba que iban a tomar otros caminos han terminado por cerrarse definitivamente para dejar todo el trabajo a eso que llamamos elucubración. Pero esa es la gracia de Juego de tronos y "Canción de hielo y fuego", ¿verdad? El jugar con los convencionalismos y las expectativas de la gente, para luego partirlos a hachazos, como diría Abercrombie.
Las muertes más espectaculares y menos esperadas (salvo por los que han leído la última novela publicada) han sido sin duda la de Stannis y Jon Nieve, el primero porque pese a que parecía tener ciertas posibilidades de vencer en la batalla por Invernalia (antes de que viéramos la espantada de la mitad de su ejército, los guionistas y el propio Martin nos han recordado que Juego de tronos no es un cuento de hadas y que si se puede le darán la vuelta a la tortilla para hacerlo lo más dramático y sangriento posible, se hace. Y el segundo porque todos creíamos (repito, salvo lo que hemos leído Danza de dragones) que Jon Nieve era uno de los favoritos de la serie (y lo sigue siendo), salvo por la diferencia de que a todo el mundo le llega su San Martín, y en Juego de tronos no se salva ni el apuntador.
De verdad lo digo, creo que la muerte de Jon Nieve ha sido uno de los golpes más bajos que se le ha dado a los espectadores en lo que llevamos de serie (Boda Roja aparte), y quizá de toda la historia de la televisión, sobre todo después de ver la epicidad de Casa Austera y lo mucho que ha aumentado la sensación de engaño y pérdida del personaje con respecto a la novela.
Justicia para todos
Y si no es para todos, por lo menos sí para algunos. Es el caso de Ser Meryn Trant (me cuesta horrores escribir la palabra Ser), a quien ya teníamos ganas de ver degollado, defenestrado, quemado, apuñalado o devorado (cualquier cosa que acabe en "-ado"), y quien mejor que Arya para cumplir nuestros sueños. La única pega es que lo que creíamos que sería un acto de justicia divina o poética no ha tenido las consecuencias deseadas porque aparentemente se ha quedado ciega (y digo aparentemente porque no sabemos si es un efecto pasajero o permanente). La joven ha elegido al final ser Arya en lugar de seguir las enseñanzas del Dios de Muchos Rostros (¿será como en Star Wars, que uno aprende mucho de la Fuerza pero en último término puede dejarse llevar por las pasiones humanas?). Tampoco la muerte y resurrección de Jaqen H'ghar pasa inadvertida, cuyo sacrificio y enfado del Dios parece haber provocado la ceguera de la pequeña loba.
Stannis es otro de los personajes que recibe justicia divina por todas sus acciones. ¿Quemar a tu propia hija? Eso no puede tener consecuencias demasiado agradables, y ni siquiera Sauron hubiera llegado a tanto. Pero es lo que hay y ese acto horrible y nefasto tenía que traer cola para un personaje que ya parecía agotado. Para más inri, resulta inesperado el encuentro entre Stannis y Brienne de Tarth tras una muy épica, aunque perdida de antemano, batalla (impagable el gesto de aceptación que hace Stannis antes de la refriega).
Lo mismo podemos decir de Jon Nieve. ¿Es justicia lo que ha recibido por interpretar el reglamento de la Guardia de la Noche? ¿Estaba cumpliendo realmente su deber? ¿Merecía la muerte por ello? Sus compañeros desde luego que no pensaban lo mismo de sus ganas de salvar a la gente de convertirse en caminantes blancos.
Y claro está, no se puede obviar el tormento de Cersei, o "como recibir lo que mereces de la forma más rastrera y bajuna posible". Es lo que más han respetado de las novelas y ciertamente no se podía hacer de otro modo (salvador "frankensteiniano" incluido). Después de ser una de las artífices de innumerables pérdidas, insultos, vejaciones y manipulaciones, era la hora de que este personaje pagara por su actitud, y no hay mejor forma de hacerlo que recibir el castigo de manos de lo que uno mismo ha creado. Justicia poética elevada al cubo y uno de los mejores momentos de la temporada.
Sansa y Hediondo, por su parte, ha terminado saltando desde uno de los muros de Invernalia después de sufrir lo indecible a manos de ese psicópata degenerado llamado Ramsay Bolton .Esto puede tener dos resultados: o bien sus tobillos son ahora parte de sus gargantas gracias al tremendo porrazo, o había un montón de paja convenientemente colocado a lo Assassin's Creed y lo único que hay que hacer luego es correr, y mucho. En cualquiera de los dos casos, habrá un RB loco de rabia persiguiéndoles. También puede ser que el señor Ramsay cruce aceros con Brienne, como ya hizo con el Perro.
Los únicos que no reciben lo que merecen, sino que avanzan su trama hacia cierto futuro sin duda más agradable que los que se han quedado en Poniente, son Tyrion y Daenerys, quienes han trabajado para estar donde están, y si bien el pequeño de los Lannister será el gobernante provisional de Meeren (ahí es nada) durante la ausencia de Dany, la Madre de Dragones ha viajado a lomos de su dragón pródigo y ha terminado rodeada de jinetes dothrakis. ¿Razones? Ni idea.
Un mar de dudas
Como ya habréis comprobado por vosotros mismos, la quinta temporada de Juego de tronos ha dejado más dudas que despejado incógnitas. ¿Qué hará Melisandre en el Muro? ¿Será resucitado Jon Nieve gracias a la enorme reserva de maná que acumula la sacerdotisa roja, como han hecho con Beric Dondarrion en varias ocasiones? ¿Vivirá en el cuerpo de Fantasma? Teorías y más teorías que solo serán despejadas por la sexta temporada de la serie o, en todo caso, la novela Vientos de invierno, si es que termina saliendo en alguna de las décadas que vienen.
Tampoco nos ha quedado clara la intención de los responsables de la serie para con Dorne. ¿De qué ha servido mostrarnos el sur? Meramente ambiental y que le da un trasfondo interesante a la serie, pero parece que va a quedarse ahí. Lo peor se lo ha llevado Jaime Lannister, quien ha visto en directo morir a su hija pequeña, por lo que la travesía hasta Dorne no ha servido absolutamente para nada.
Arya ciega, Jon Nieve con el cuerpo como un colador, Cersei con el ánimo por los suelos, Daenerys rodeada de jinetes como en Las dos torres, Sansa y Hediondo libres de RB (en teoría) y Sam camino de Antigua para convertirse en maestre.
Queda menos de un año hasta el inicio de la sexta temporada, pero ya podemos ir elaborando complicadas teorías, crearnos muchas expectativas (que luego serán partidas a hachazos, recordemos), y rezar a los Siete para que ese libro maldito que se llama Vientos de invierno termine llegando a las librerías para enterarnos de lo que pasa.
2 comentarios
Aunque a día de hoy es común ver (más en el cine que en series) recursos absurdos o despropósitos sinsentido para continuar la historia o explicar algo.... lo de la caída de Hediondo y Sansa por la muralla del castillo no es tal.
Recuerda que abajo había nieve (mucha nieve). Y esta amortigua bastante (lo cual no quita que pueda ocasionarse un accidente grave). Pero no es tan descabellado.
¿Nunca has visto esos vídeos de rusos que se lanzan desde la azotea de un edificio y caen de espaldas en la nieve y se levantan como si nada buscando otra botella de vodka? XD
Sí, es cierto que puede haber una buena pila de nieve, pero recuerda también que los personajes están saltando justo tras la batalla, cuando el nivel de nieve ha ido disminuido bastante. Pero ya te digo, creo que queda demasiado en el aire, y si resulta ser nieve, no estaría mal porque es significa que la torta no es tan grande, pero igualmente van a tener a Ramsay detrás. XD
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.