6 de junio de 2015

Reseña: 'Retrofuturismos, antología steampunk', ciencia ficción contada con engranajes


El título lo dice todo. El steampunk como subgénero literario ha conseguido en los últimos años montones de adeptos que lo ven como (y aquí me permito citar textualmente a Marian Womack, editora), "un progreso científico alternativo, una revolución industrial en la que la máquina impulsada a vapor se convierte en la reina absoluta", pero además (sigue Womack), "se trata de algo más que un movimiento estético, literario y artístico." Y eso es solo lo ultrabásico del steampunk, porque no hay ninguna duda de que estamos ante un género con derecho propio que cada vez más se expande hacia otros horizontes (aunque en alguno de ellos lleva años establecido con notables ejemplos) como el cómic, la música o los videojuegos (a ver cuando da el salto de verdad al cine).

Bajo esta premisa no podemos más que quitarnos el sombrero ante lo original y atrevido de las propuestas que encontramos entre las tapas de Retrofuturismos: Antología steampunk. Prefiero no comentar cada uno de los relatos porque entonces no dejaríamos de sacarles punta y esta reseña sería interminable, pero lo de "atrevido" y "original" no son términos gratuitos para adornar el comentario de un libro, sino que de verdad los autores que han participado en esta nueva antología tras aquella buena muestra del género que fue Steampunk: Antología retrofuturista en 2012 (dirigida por Félix J. Palma) lo han dado todo y vamos a encontrar alguna que otra historia que reivindica la cultura del libro y la palabra escrita en una sociedad (y mundo) que se ha ido al garete ("La cicloteca de BubbleLon" de Sofía Rhei, en mi opinión uno de los relatos más redondos del volumen), o la historia sobre viajes en el tiempo de Guillermo Zapata Romero, relato que entra muy bien sobre todo después de ver el último capítulo de El Ministerio del Tiempo (y que también habla de Luis Buñuel y de García Lorca), porque el ejercicio televisivo de los hermanos Olivares parece inspirado en él.

Pero no solo hay relatos (o novelas cortas en algunos casos) que critican el terreno cultural relacionado con la poesía, la literatura o el cine en un marco histórico más bien distópico, sino que también vamos a encontrar lecturas con un mayor alivio cómico como la de Laura Fernández, e incluso un homenaje de Alfredo Álamo ("El óxido del sombrerero") a los libros de Alicia de Lewis Carroll (¿qué sería del steampunk sin leer de vez en cuando una historia de gatos, locos, meriendas y liebres de marzo?), pasando por historias más dramáticas como la de Jesús Cañadas en "Tiros a la barriga" o el relato aventurero de Félix J. Palma "La princesa del centro de la Tierra", especialmente dirigido a los lectores de su Trilogía Victoriana, aunque lo puede disfrutar cualquiera.

Lo que queda más claro que el agua tras zambullirse en los primeros relatos de la antología, y continuar avanzando por ella con esa sensación de maravilla que solo consiguen determinados géneros literarios, es que Retrofuturismos hace especial hincapié en la historia alternativa, en la ciencia ficción contada desde el punto de vista de los pistones, los engranajes y las gafas de aviador. Lo aderezamos con parques de atracciones rocambolescos, autómatas, autobuses voladores, un escenario español en algunos casos, indeterminado en otros, y tenemos una receta que sabe mezclar a la perfección todos sus ingredientes para dar como resultado uno de los mejores brebajes de autores españoles que podemos encontrar en las librerías. Podemos o no quedar del todo satisfechos con el final de ciertos relatos, aún cuando su transcurso nos ha parecido superior, pero eso ocurre hasta en las mejores antologías de ciencia ficción, fantasía o noir, y aún así el conjunto sigue siendo sobresaliente.

En cuanto a la edición, nada que objetar en el terreno físico (excelente papel, buena encuadernación y fuente escogida para el texto), salvo que en determinados relatos hay una generosa cantidad de erratas (por lo menos en la primera edición), que aún sin dificultar del todo la lectura del texto, está claro que hubiera sido preferible su erradicación de lo que podría haber sido un libro redondo al cien por cien (más teniendo en cuenta que la edición ha contado con un corrector externo). Pero no vayamos a exagerar con el tema de las erratas: las hay en determinados puntos y son en realidad una excepción, pero como digo, se olvidan rápidamente en cuanto los relatos conectan con nuestro cerebro.

La antología, editada por Nevsky en su sello Fábulas de Albión, forma junto a Steampunk: Antología retrofuturista, una duología perfecta y con una más que generosa selección (la primera de Palma y editada en colaboración con Luis García Prado, la segunda de la propia Womack, editora de Nevsky, y con mayor cantidad de páginas), con dos portadas de Colucci que juntas forman un cuadro fácilmente reconocible en cualquier librería donde las veamos (y si no es de cara que sea gracias al lomo de la tetera de Fábulas de Albión), sino porque, y es lo más importante, ambas selecciones de relatos, aún sin repetir ningún autor, se complementan totalmente por la variedad de situaciones y temas que tocan, y al final nos queda la sensación de que son como una bilogía que coexisten pacíficamente y en armonía en el hueco de nuestras estanterías.
RETROFUTURISMOS: ANTOLOGÍA STEAMPUNK
Fecha de lanzamiento — Octubre 13, 2014
Editor — Nevsky Prospects, Fábulas de Albión

Edición — Rústica con solapas, 420 págs
Precio — 22 €
Serie — Lectura independiente



El steampunk español se ha hecho mayor. Sin dejar de rendir homenaje a las postales victorianas y a los maestros del proto-steampunk en los que se inspiraron sus paisajes de bielas, engranajes y turbinas a vapor, los escritores españoles del género han interiorizado la estética y la ideología del steampunk para narrarnos momentos claves de nuestra historia moderna, el auge de nuevos movimientos sociales, o denunciar la injusticia social. El steampunk está aquí para quedarse. Y su fórmula de nostalgia por un pasado “inventado” junto a su inclinación por la rebelión, por la revolución (el “punk” que acompaña al “steam”) quizá sea la forma más sincera de hacernos pensar de dónde venimos y de hacernos reflexionar hacia donde vamos.
del postfacio de Marian Womack

1 comentario:

  1. La verdad es que el steampunk me encanta y esta antología tiene muy buena pinta. Además, he leído un libro de Féliz J. Palma, El mapa del cielo, el cual me gustó bastante, por lo que espero que habrá tenido buen criterio a la hora de hacer esta selección. Ahora tengo muchas ganas de leerla :)

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