Si creíais que ya lo habíais leído todo acerca de los dragones, no podéis andar más equivocados. Seraphina, de la escritora norteamericana Rachel Hartman, se salta los clichés del género draconil para darnos una visión bastante original de estos grandes reptiles. Si sois de mi quinta y os metisteis en el mundillo de la fantasía épica de la mano de autores como Richard A. Knaak, Margaret Weis o Tracy Hickman, quizá la visión antropomórfica de los dragones que se tiene en Seraphina no os parezca nada del otro mundo. Sin embargo, si a eso le sumáis la cuidada ambientación casi victoriana, ese lenguaje poético y musical que se envuelve cada una de sus páginas, las extravagancias oníricas de la protagonista o ese misterio detectivesco que encierra el argumento, sin duda veréis que tenemos entre las manos una novela excepcional dirigida a un público juvenil y no tanto (para que nos vamos a engañar), que nos hará disfrutar muchísimo de su lectura. Desde ya digo que Seraphina, publicado por Nocturna Ediciones, es uno de mis libros juveniles de fantasía de este año.
¿De qué va Seraphina? De dragones, pero de unos dragones peculiares. En este universo casi victoriano, los humanos son seres pasionales, de vidas breves, casi efímeras, que piensan con el corazón en lugar de la cabeza, por lo que solo pueden destacar en las artes y en la música. En contrapartida, sus homólogos dragones son seres fríos, de vidas longevas, dominados ante todo por la razón y la lógica y, por tanto, incapaces de saborear los pequeños placeres de la vida. ¿Cómo pueden dos especies tan distintas, con unos puntos de vista tan opuestos, convivir pacíficamente? Andando de puntillas. Hace mil años, se firmó una frágil paz con los dragones. Estos, superados en número aunque no en potencia de fuego, delimitaron sus territorios de caza en aras de la supervivencia de ambas especies. Los dragones, curiosos y analíticos por naturaleza, comenzaron entonces a tomar forma antropomórfica para relacionarse con esos extraños seres de sangre caliente que algo de inteligencia parecían tener, y que despertaban su curiosidad y desprecio a partes iguales.
En medio de este inusual equilibrio de fuerzas es donde nos situamos con Seraphina, nuestra protagonista. Phina, como la llaman sus más allegados, es una joven singular dotada de una especial sensibilidad y talento para la música, lo que le lleva a trabajar en la Corte como profesora particular de la más joven de las princesas del reino, Glisselda, y como ayudante del Concertista Real, Viridius. Y la tarea no es fácil. Primero porque Seraphina es mujer y la sociedad en la que vive discrimina el ingenio, la inteligencia y el talento del sexo débil. Segundo, porque nuestra protagonista tiene un secreto lapidario, de esos que pueden levantar a los muertos de sus tumbas, y que le puede costar la vida si sale a la luz. Además, para hacer las cosas muchísimo más interesantes, el príncipe Rufus ha sido asesinado en un momento muy delicado, políticamente hablando, entre dragones y humanos. Para resolver el misterio y de paso mantener la frágil paz de su mundo, Seraphina terminará aliada sin comerlo ni beberlo con Lucian Kiggs, el capitán de la Guardia Real, que con sus preguntas y su inteligencia pondrá en peligro el secreto y la vida de Phina.
Lo que más me ha gustado del libro, y mira que me han gustado cosas, es la cuidadísima ambientación de la novela, rica en detalles y descripciones. Quizá esa meticulosidad y mimo en el desarrollo de personajes y escenarios lastre el inicio de la novela, pero es que es tan preciosista, tan delicado, tan hermoso, que es para recrearse una y mil veces en cada una de sus páginas. La autora ha hecho una fantástica recreación del mundo que imagina, muy cercano a nuestra Inglaterra del siglo XIX, pero a la vez lo ha dotado de suficiente identidad propia para hacerlo único. Tal es el nivel de detalle, que nos explica hasta el santoral humano y las celebraciones litúrgicas. Me ha recordado mucho, muchísimo a los escenarios de Jonathan Strange y Mr. Norrell. No sé si porque ha coincidido mi lectura con la emisión de la serie de la BBC o porque realmente este típico ambiente salta de las páginas de la novela hacia el lector de forma vívida.
Otro punto a favor, y son unos cuantos, es Seraphina. Me encanta, así de simple. Es una heroína inteligente, sagaz, algo terca, noble y con un corazón que no le cabe en el pecho. Me gustan mucho las protagonistas que son capaces de valerse por sí mismas, que piensan, que no vagan por los rincones esperando un rescate milagroso de su contrapartida masculina y que también tienen un lado oscuro. Lucian Kiggs, el capitán de la Guardia Real, es otro personaje que me ha encantado por su sensatez, sensibilidad e inteligencia. El tándem detectivesco que hace con Seraphina es genial, no lo he encontrado para nada forzado, y me han encantado sus diálogos chispeantes e ingeniosos.
No puedo dejar de hablar de dos grandes personajes más sin los que esta novela no sería la joyita que es: Orma, el profesor de Teoría de la Música y mentor de Seraphina, y los Grotescos. Del primero no voy a decir mucho más para evitar spoilers, salvo que es un personaje que da mucho juego por ser quién es y por la especial relación que tiene con la protagonista. Y de los segundos, que simplemente me he enamorado de todos y cada uno de ellos. Quienes son los Grotescos y el papel que tienen en la novela es otra cosa que dejaré en el limbo para no daros más pistas y caer en la tentación de contar más de la cuenta.
Ya he dicho que Seraphina es una golosina de novela tanto por su ambientación, lenguaje, trama y personajes. Sin embargo, ¿qué sería de todo esto sin una preciosa y cuidadísima edición? Nocturna Ediciones ha publicado la novela con el mimo que pone siempre en su colección juvenil, aunque sea en tapa blanda con solapas. Esa portada con el título en letras doradas, ese papel de calidad, ese interior con pequeños dibujos al inicio de cada capítulo, el glosario y el elenco de personajes… ¡Vamos, que le falta el mapa de turno para alcanzar la más absoluta perfección!
¿Y sabéis que es lo mejor de todo? Que es una bilogía y que el siguiente libro ya ha sido publicado en el mercado anglófono, así que solo queda esperar a que Nocturna nos traiga pronto el desenlace de esta novela juvenil tan estupenda, tan bien escrita, tan fantástica y tan de todo, que ya me quedo sin adjetivos con los que calificarla.
Si os gustan los dragones y la ambientación de la Inglaterra victoriana, Seraphina es sin duda vuestra novela. No os dejéis engañar por la etiqueta juvenil: Rachel Hartman ha escrito una verdadera joya disfrutable para jóvenes y adultos, con matices que los lectores más veteranos saborearan mejor que el público potencial del libro. Si veis el libro en una librería, no lo dejéis escapar. Y si no, buscadlo. Encontradlo. Y disfrutad del contrapunto de la lógica casi vulcaniana de los dragones y la fogosidad y temperamento humano.
Editor — Nocturna Ediciones
Edición — Rústica con solapas, 545 págs
Precio — 17 €
Traducción — Marta Torres Llopis
Serie — Seraphina 1
En un reino mágico y sombrío en el que humanos y dragones conviven con una paz inestable, Seraphina es una música joven y talentosa (pese a ser humana) que acaba de entrar en el coro de la corte. Allí, las intrigas políticas son el pan de cada día. Poco después de su llegada, una noticia atraviesa los muros de palacio: un miembro de la familia real ha sido asesinado. Inmediatamente, los cimientos de esa fachada de paz se resquebrajan. Para investigar el crimen, Seraphina se alía con el perspicaz Lucian Kiggs, capitán de la guardia real. Pero todo el mundo tiene secretos, y ella no es una excepción: lo que oculta haría que la condenaran a muerte.
2 comentarios
Lo puse hace unos meses en mi lista de amazon por que dudo que venga a Centro América :(
ni en inglés lo he visto por estos lugares, pero me llamó mucho la atención por su portada y por que me encantan los dragones. Gracias por tu review
saludos
Le eché el ojo en cuanto lo vi en la librería y dije... ¡qué buena pinta! No sabía muy bien cómo llevarían el tema de los dragones (yo también me crié con Margaret Weiss y Tracy Hickman) y no me quería arriesgar pero lo pones tan bonito y al ser sólo dos libros... Lo mismo me lo compro cuando salga el segundo porque últimamente leo sagas que las editoriales dejan a medias y me da muchísima rabia.
Gracias por la reseña!
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.