29 de julio de 2015

Si Frank Frazetta hubiera ilustrado la Tierra Media



El artista americano, todo un icono del fantástico, hizo algunas ilustraciones inspiradas en la Tierra Media de J. R. R. Tolkien, pero nos dejó con las ganas de tener alguna novela del profesor de Oxford bendecida por su arte.

Pregunta retórica donde las haya cuya respuesta todos suponemos: si Frank Frazetta hubiera ilustrado El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien en estos momentos podríamos contemplar —a razón de dos veces por semana, quizá más— una edición absolutamente deliciosa, un tesoro para amantes de la fantasía que en nada tendría que envidiar a las ediciones que firman John Howe, Alan Lee o Ted Nasmith. Incluso se habrían hecho colegas de estantería.

Es un hecho indiscutible que Frank Frazetta (1928-2010) es uno de los mejores artesanos visuales del género fantástico. El arte del neoyorquino no solo es capaz de transmitir oleadas de inspiración — sentimiento que pueden compartir tanto escritores del fantástico, como artistas, directores de juegos de rol, etc.—, sino que también es un espectáculo para la vista. La potente imaginería de su arte es capaz de transportar hasta otro mundo a quienes visualizan su creación, con solo dedicar un par de segundos a cualquiera de sus composiciones, desde aquellas que protagoniza Conan, el bárbaro de  negros cabellos de la lejana Aquilonia, pasando por su famoso ‘Death Dealer’, o aquellas escenas con personajes de Edgar Rice Burroughs, entre otras. Frazetta ha sido siempre un artista a seguir, y por tanto su legado seguirá recordándose durante generaciones.


La posible portada de El Señor de los Anillos
Frazetta Art Museum

Vayamos al quid de la cuestión: allá por 1975, transcurridas unas dos décadas desde la publicación de la novela, Frazetta hizo siete composiciones en blanco y negro inspiradas en El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, todas ellas con su inconfundible estilo pero encajando al mismo tiempo en el ambiente que el profesor desarrolló para su magna obra de fantasía, la Tierra Media. Lejos de tratarse de algo anecdótico, no deja de ser algo natural el hecho de que, más tarde o más temprano, Frazetta terminase lidiando con la Tierra Media, ya que al ser de un entorno de fantasía tan sumamente popular. Por otro lado, puede parecer —muchos diría que imposible— difícil imaginar a Frazetta enredándose con figuras de hobbits y magos, en vista de la característica fuerza con el que el artista dota a los monstruos, mutantes, dinosaurios y bárbaros de potentes músculos que pueblan su vasta producción. Todos ellos parecen en una pugna constante por querer salir de la pintura y cobra vida más allá del papel. Hay que decir que el cambio de escenario le sienta francamente bien a la Tierra Media: en estas mismas líneas podemos observar figuras achaparradas, orcos —trasunto de sus bárbaros salvajes de mirada acerada— y magos con sombreros puntiagudos. La transición se antoja natural.

Como una imagen vale más que mil palabras, aquí está la prueba de que Frazetta hubiera sido excepcional si se hubiera quedado en la Tierra Media durante una temporada:


Gandalf, vara en ristre, acompañado por unos enanos
Frazetta Art Museum

El gran mago Gandalf, Frazetta edition, es un sueño realidad, pese a las licencias artísticas que se tomó el artista a la hora de representar esta y otras situaciones de El Señor de los Anillos: las chanclas del mago —un calzado poco apropiado para viajar por la Tierra Media, todo hay que decirlo; la ausencia de zapatos hobbit no cuenta en este caso—, y unos enanos de aspecto extraño que no encajan con las descripciones que los lectores recordarán de la novela  —¿no os recuerda el personaje de la pipa al propio Tolkien?—, da como resultado un interesante cruce entre El Señor de los Anillos y El Hobbit. En cualquier caso, estamos ante un trabajo magnífico digno de enmarcar  —podéis dejar en los comentarios de más abajo vuestra preferencia por las ilustraciones en color o en blanco y negro—. Las setas, por cierto, están en mi lista personal de elementos decorativos preferidos de cualquier ilustración de fantasía, el mundo no sería lo mismo sin setas.


Frodo contra un huargo
Frazetta Art Museum

En esta ilustración que podemos contemplar arriba, Frodo Bolsón se enfrenta —suponemos que la hoja que empuña es Dardo—, a un terrible huargo, posiblemente uno de los mejores trabajos sobre animales que Frazetta jamás haya dibujado. La representación del hobbit como figura clave en el imaginario de la Tierra Media tampoco tiene parangón, la cual recuerda mucho a la de los hermanos Greg y Tim Hildebrant, otros de las grandes artistas de la obra de Tolkien—. Y, por supuesto, que no falten las setas.


El Rey Brujo amenaza a Éowyn
Frazetta Art Museum

Esta es otra de las licencias del artista respecto a la obra de Tolkien, pero es tal la fuerza que destila que no da lugar a la queja. Éowyn se enfrenta al Rey Brujo en una de las escenas más populares de El retorno del rey —última parte de la novela completa— que no deja de sorprendernos la importancia que le da Frazetta a sendas figuras, la del Rey Brujo por un lado, con todos sus abalorios e indumentaria, y la mujer de Rohan, cuyas piernas descubiertas —y otras cosas, echad un ojo a la siguiente ilustración— dan a la composición ese toque tan ‘a lo Frazetta’, tan de la Era Hiboria, tan metal, y es que por una cuestión lógica literaria, Tolkien jamás hubiera vestido a su personaje de esa guisa.


Éowyn se toma su revancha
Frazetta Art Museum

Éowyn rebana el cuello a la bestia alada —i.e. pajarraco— del Rey Brujo. Quizá tenga que volver a pie hasta su cubil.


Los hobbits, de aventuras por el bosque
Frazetta Art Museum

Los hobbits se embarcan en la épica misión de arrojar el Anillo Único al Monte del Destino: pobres e inocentes criaturas de pies peludos que desconocen por completo la distancia que hay de la Comarca hasta los páramos llenos de ceniza de Mordor —y sí, vuelve a haber setas—.



Unos orcos de maniobras rutinarias
Frazetta Art Museum

Los orcos desde la perspectiva de Frazetta: musculosos, como recién salidos del gimnasio, y con las piernas descubiertas, lo cual nos transmite la sensación de contemplar un regimiento de humanoides monstruosos de la Era Hiboria. Pero son orcos al fin y al cabo, y quedan bien en cualquier universo de fantasía.


Sí, preciossso. ¡Gollum!
Frazetta Art Museum

Gollum es el mismo pilluelo amargado, violento y avaricioso, esté dibujado por Frazetta o por cualquier otro artista. En este caso tenemos una de las escenas clave de El Hobbit, cuando el personaje navega en su pequeño bote por las profundidades de la guarida de los trasgos con tal de reunirse con Bilbo y celebrar el célebre concurso de acertijos —«¿qué tengo en el bolsillo?»—. No sé si es más perturbador el final alternativo que podría haber tenido la historia, o que Gollum mire directamente a cámara.

Un poco más abajo podemos ver una segunda versión de Gollum, completamente diferente pues se trata de otra perspectiva y además en color:


Gollum a todo color
Frazetta Art Museum

Conclusiones

¿Qué opinas de esta pequeña incursión de Frank Frazetta en la Tierra Media? 

¿Habrías comprado un hipotético ejemplar de El Hobbit con la marca de Frazetta?

¿Y de El Señor de los Anillos? ¿Y de El Silmarillion?

Por nuestra parte, la respuesta no acepta titubeos: sí —si alguien opina lo contrario, o tiene otro punto de vista, o incluso si desea ofrecer otra hipotética alternativa, que lo haga en los comentarios de más abajo—.

Como se dice al principio, estas ilustraciones se publicaron en 1975 como un portfolio de tirada limitada de unas mil copias, es decir, las siete ilustraciones en blanco y negro numeradas y firmadas por el propio Frazetta. El precio, ya se sabe, era tan poco amigable, nada fuera de lo común en un producto de tales características.

Para finalizar, decir que si este artículo ha servido para hacerse una idea del enorme potencial que hubiera tenido Frazetta en la Tierra Media, no podemos dejar de imaginar cómo hubiera sido verle dibujar otros personajes del legendarium como Boromir, Legolas, Ella-Laraña, Saruman, Aragorn, Tom Bombadil, Thorin Escudo de Roble, Smaug, Gimli o el Balrog, entre otros, e incluso puede que ilustrar los momentos más espectaculares de El Silmarillion y sus personajes, tales como Húrin, Melkor, Beren y Lúthien, Glaurung, Fëanor, etc.,  la Batalla de los Cinco Ejércitos de El Hobbit, o el episodio con los tumularios y la batalla del Abismo de Helm de El Señor de los Anillos, porque soñar es gratis. Cuando Frazetta hubiera ilustrado un libro completo del profesor Tolkien se hablaría entonces de patrimonio de la humanidad.

Nota: Esta y otras imágenes han sido extraídas en parte de Frazetta Art Museum.

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