Costas de Carcosa, la joven editorial especializada en literatura pulp, publica este mes una antología con algunos relatos del escritor tejano Robert E. Howard. El libro, que se titula Los dioses de Bal-Sagoth, se publica en su colección Dorada y será una recopilación de cuentos protagonizados por Turlogh O'Brien, apodado "El Negro", uno de los muchos personajes del padre literario de Conan el Bárbaro, irlandés de nacimiento —similar al cimerio en muchos aspectos— y que vivió y luchó en el siglo XI. Los dioses de Bal-Sagoth se publica en rústica, tiene 300 páginas y un precio de 11 doblones, y podrá comprarse a partir del 1 de febrero.
La cubierta es obra del artista Manuel Perez-Sanjulián, y es la misma que ya se usó en The Gods of Bal-Sagoth, antología publicada por Ace en 1979, y donde participaron Andrew J. Offutt (autor de diversas obras de fantasía como La espada de Skelos o la serie "Thieves World") y Glenn Lord como prologuista.
La antología recopila los relatos "La marcha del dios gris" (publicado póstumamente en 1996), "Lanzas de Clontarf" (1978), "El hombre oscuro" (también en la Weird Tales de 1931, pero en el número de diciembre), "Los dioses de Bal-Sagoth" (publicado originalmente en la Weird Tales de octubre de 1931, así que se acerca al siglo), "La sombra del huno" (1975) y "El túmulo en el promontorio" (este ha sido publicado en la antología Los gusanos de la tierra de Valdemar).
Turlogh O'Brien, además de ser sobrino del rey Brian Boru —personaje real que gobernó el reino irlandés de Munster y fue recordado por ser el mayor rey de Irlanda y que defendió el país contra los pillajes de los vikingos a finales de siglo X y principios del XI—, participó en la batalla de Clontarf, otro de los datos históricos reales que usó Howard —no es desconocida para el lector su pasión por la historia— y que enfrentó las fuerzas del rey Boru contra los vikingos liderados por Máel Mórda mac Murchada y su sobrino Sigtrygg Silkiskegg.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.