Todos hemos supuesto que ya que Abercombie comenzó a usar descripciones viscerales en las escenas de acción de "La primera ley", así como personajes tremendamente realistas y con un guión más parecido a los de Guy Ritchie, o en menor medida a los de Tarantino, ese debe ser el entorno en el que se siente más cómodo. Por eso cuando a muchos se nos revelaron los detalles de cara a nuevas novelas del escritor con un acentuado estilo young adult, nos surgieron algunas dudas sobre si Abercombie estaría o no preparado para tal desafío.
Fantascy
Trad. Manu Viciano
Rústica con solapas
448 págs. 18,90 €
Para empezar, la elección del personaje principal me parece algo muy digno de mención: Espina Bathu, una chica que decide desafiar los convencionalismos de la sociedad en la que vive para entrenarse como guerrera. Un fatal accidente en el cuadrado de entrenamiento hace que termine confinada en las celdas del castillo de Thorlby, condenada a morir aplastada por un montón de piedras. Su fogosidad, su salvajismo y su irreverencia de cara a sus superiores hacen de ella el tripulante perfecto del barco que el Padre Yarvi fletará para recorrer el Mar Quebrado en busca de apoyos para Gettlandia de cara a los abusos del Alto Rey y su clériga Wexen. Particularmente, lo primero que encontré en el comportamiento de Espina fue una mezcla entre la arquera Ferro de "La primera ley" y Monza Murcatto de La mejor venganza. Es muy sutil, pero no miento si digo que Abercrombie no ha podido separar su mente de su primera trilogía, pero aún así me parece una gran mezcla, teniendo además en cuenta que Espina parece ser el germen que en un futuro podría haber dado a luz a cualesquiera de estos dos personajes femeninos que he citado. Y es algo que se podía modelar y que podría cambiar para bien o para mal según el devenir de los acontecimientos.
En líneas generales, Medio mundo me ha parecido digno de ventilarse en dos o tres días, no porque su prosa esté escrita para mentes lentas, sino porque Abercrombie consigue atraparte tras las primeras diez páginas y no soltarte hasta la última palabra. Es cierto que se nota contención en el autor, algo que se verá como sobrelleva en Media guerra, pero nada que pueda estropearnos la experiencia. Otro de los detalles que casi se me olvida comentar y que puede que tire a muchos lectores hacia atrás a la hora de acometer estas lecturas, es el cambio de protagonistas. Somos muchos los lectores que nos aferramos a la idea de continuar durante mil millones de libros con los mismos personajes, a los que terminamos por coger cariño, pero creo que lo que ha hecho Abercrombie se podría considerar como un "ascenso" para esos personajes, en vez de gastarlos hasta la saciedad. En Medio mundo pueden verse muchos personajes de Medio rey, pero convertidos en algo más: más sabios, más astutos, más peligrosos, pero también más suicidas. Es lo que le da a los nuevos personajes una base realmente imponente sobre la que construir sus tramas. Medio mundo es, en definitiva, un libro estupendo que saborear como descanso entre lecturas o como una forma de abrirnos el apetito con obras más densas.
Y sí, anticipándome a las dudas que a muchos posiblemente les saldrán si todavía no han leído Medio rey... Sí, se puede empezar con Joe Abercrombie por estos libros, aunque personalmente creo que conociendo a los personajes de otras obras del autor la experiencia como lector con la trilogía del Mar Quebrado no tiene precio. Ah, y antes de poner el punto final a esta reseña debo felicitar a Fantascy y a Manu Viciano, el traductor de la novela, por no haber colado ni una sola errata que mis ojos hayan podido cazar, así da gusto.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.