Hace mucho, mucho tiempo en una galaxia muy, muy cercana una niña con coletas fue al cine con su familia para vivir la experiencia cinematográfica definitiva que la marcaría de por el resto de su vida. Hasta tal punto la emocionó esa película de bichos raros en el espacio, héroes con sables láser, princesas aguerridas y contrabandistas con encanto, que no paró de pedir hasta el hartazgo un sable láser, un ewok y al mismísimo Luke Skywalker.
A día de hoy no voy a negar que aquel inocente granjero de Tatooine ha sido, es y será siempre mi chosen one, mi personaje favorito y mi amor platónico de la infancia. Así que, pese a ser una defensora del antiguo Universo Expandido (ahora leyendas) y haber derramado lágrimas de sangre con la desaparición de Mara Jade, la línea genealógica de Skywalker y la Academia de jóvenes Jedi, decidí darle una oportunidad al nuevo universo que venía de la mano de Disney y Lucasfilm Story Group. ¡Por la Fuerza que mueve la galaxia! Ha sido ver la portada de la novela con ese Luke en guardia con su sable láser, el Ala-Y y a sus inseparables C3PO y R2-D2, y encontrarme de nuevo frente al espejo con aquella chavalilla con coletas que iba brincando de la mano de sus padres camino del cine para ver El retorno del Jedi.
El arma de un Jedi: Una aventura de Luke Skywalker, escrito por Jason Fry e ilustrado por Phil Noto, es el primer libro dedicado a uno de los tres grandes personajes de la trilogía original de Star Wars. Los otros dos, La huida del contrabandista y Blanco móvil, están dedicados a Han Solo y a la princesa senadora Leia Organa, y espero que tengan el mismo encanto que el dedicado a Luke Skywalker porque me he reconciliado con la Fuerza. Hasta el punto que ya no echo espumarajos por la boca cuando oigo las palabras "Disney" y "nuevo Universo Expandido" en la misma frase. Pero eso, como diría Michael Ende, forma parte de otra historia.
Lo primero que hay que tener en cuenta al tener esta novela entre las manos es a quién va dirigida. El arma de un Jedi es una novela que, en mercado angloparlante, entra dentro de la categoría upper middle grade o, lo que es lo mismo, es una novela infantil-juvenil y como tal está concebida. Si no os vais a acercar a ella con el corazón de un niño, haceos un favor y regaládsela directamente a vuestros pequeños padawans. Os aseguro su devoción eterna. En cambio si os miráis al espejo y encontráis de nuevo a vuestro Peter Pan interior, adelante. Esto lo digo porque vamos a encontrar un planteamiento lineal muy fácil de seguir, un lenguaje sencillo y claro con pocos subterfugios, acción en su justa medida, aventuras exóticas, fuerzas místicas que no se explican, y el espíritu space opera que tenía la serie original. Lo que de toda la vida ha sido un buen libro de aventuras juvenil, vamos. Si buscáis mayor complejidad, se os quedará muy corta.
¿Qué es lo que más me ha gustado de la novela? Claramente, el reencontrarme con ese granjero de Tatooine al que todo le viene grande. Jason Fry nos devuelve a ese joven e inexperto Luke que, pese a ser el héroe del día, huye de la notoriedad y no se siente para nada salvador de la galaxia. No se siente como el héroe de la Batalla de Yavin sino como ese muchacho inexperto dotado de un poder que no comprende y mucho menos controla, y que para más inri, tan solo quiere que le dejen pilotar su Ala-X junto a Wedge Antilles y su escuadrón. Para mí, la senda del héroe de Campbell sigue teniendo el mismo atractivo que el primer día que, con coletas, me encontré con Luke Skywalker por primera vez.
Como plus, también nos reencontraremos con nuestros androides favoritos, C3PO y R2D2 y sus chispeantes conversaciones. La petulancia, cobardía y extrema neurosis de nuestro androide de protocolo favorito y el deslenguado y contestatario compañero que tiene de fatigas. ¡En serio, cómo les había echado de menos!
¿Y las ilustraciones? Por favor, me encantan las ilustraciones que acompañan al libro, tanto el logotipo de la Alianza Rebelde que abre cada una de los actos de la novela, como aquellas que representan algunas de las escenas más llamativas del libro. Como curiosidad, están a cargo de Phil Noto, antiguo dibujante de Disney y ahora enrolado en el barco superheróico de DC Cómics.
Además, como punto fetichista, la edición original es en tapa dura con sobrecubierta (al contrario que la edición española de Planeta), y si se retira la sobrecubierta, mola igualmente ese logotipo de la Resistencia. En serio, estoy enamorada del libro, de sus 185 páginas, de las ilustraciones, de Luke Skywalker y de la Fuerza que mueve la galaxia. Lo sé, no he sido totalmente objetiva con la reseña, pero es que me supera.
STAR WARS: EL ARMA DE UN JEDI | Planeta Cómic, Timun Mas
Trad. de Albert Agut Iglesias
Rústica, 192 págs. 16,95€
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.