29 de junio de 2016

'Conexión', ¿estás preparado para permanecer completo?

El final de la saga iniciada con Desconexión llega a su fin y nos deja una tetralogía distópica alejada de los numerosos clichés del género juvenil.


He aquí el final de una de las mejores (si no la mejor) distopía juveniles del mercado literario, así de simple. Desde el primer libro, Desconexión, publicado por Anaya en 2012, ha llovido una barbaridad y las librerías se han llenado de publicaciones que presentan Katnisses y Trisses a mansalva sin presentar nada original, propio o emocionante que vaya más allá del trillado y rocambolesco triángulo amoroso juvenil de turno en un futuro poco halagüeño. En general, todas estas trilogías juveniles, que crecen como setas en otoño, se leen del tirón ya que, quitando el componente amoroso, su desarrollo de personajes es nefasto, la ambientación casi inexistente y las preguntas que toda obra de ficción especulativa debe contener brillan por su ausencia. Triste, pero cierto.

Pero aún queda esperanza, porque lo que os acabo de comentar no pasa con esta serie, palabra. Desconexión de Neal Shusterman sacrifica de forma muy inteligente el componente amoroso, relegándolo a un segundo plano para centrarse en lo que verdaderamente importa de las distopías: cuestionar el futuro hacia el cual nos dirigimos. Y solo por eso, por tratar al lector con el respeto que se merece, esta serie se encuentra a años luz de cualquier obra similar que se encuentre en el mercado juvenil. Es más, yo le quitaba directamente esa etiqueta de "distopía adolescente", ya que en absoluto le hace justicia, y la pondría al lado de clásicos de ciencia ficción distópica de los de toda la vida. Así de grande me parece toda la serie: Desconexión, Reconexión, Inconexión y, ahora, Conexión. 

Centrándonos en la última entrega de la serie, ¿qué nos espera en Conexión? Para no destripar nada del argumento, voy a limitarme a copiar y pegar la sinopsis de la novela. Sin embargo, ojo porque al estar en el último libro de la serie inevitablemente se desvelan algunas cosas importantes.

La Ciudadanía Proactiva, la compañía que creó a Cam a partir de órganos de adolescentes desconectados, tiene para él oscuros planes militares. Pero, por debajo de ese horror, yace otro horror igualmente impactante: el hecho de que la Ciudadanía Proactiva lleva años suprimiendo la tecnología que podría hacer completamente innecesaria la desconexión. Mientras Connor, Risa y Lev descubren estos impactantes secretos, los airados jóvenes empiezan a protestar, exigiendo justicia y un futuro mejor. Pero aparecen nuevos problemas: el grupo de niños de la cigüeña” liderados por Starkey se va convirtiendo en más potente y combativo con cada nuevo reclutamiento. Si consiguen lo que pretenden, destruirán las cosechadoras hasta los cimientos y pondrán a cada uno de los adultos que encuentren en ellas ante un pelotón de fusilamiento... lo cual podría acabar con cualquier posibilidad de un futuro pacífico para el mundo.

Desconexión es un colofón soberbio, menos épico de lo que yo esperaba pero mucho más emotivo de lo que podría haber imaginado. Todas las preguntas planteadas, las subtramas y las historias de personajes, tanto principales como secundarios, quedan bien cerradas. La novela, dividida en siete partes, a cada cual más trepidante, está perfectamente estructurada y su narración coral —con capítulos cortos, sencillos, ligeros y bien escritos—le da un dinamismo a la historia que ya quisieran otras novelas del género.

La evolución de los personajes principales ha sido igualmente fantástica, aunque en el caso de Risa, me parece que el autor termina sacrificándola en aras de Grace, con diferencia, un personaje secundario más resultón e interesante. Tanto Connor como Lev, que desde el primer libro fueron de mis preferidos, han madurado de forma espectacular. Connor ha dejado atrás a ese rebelde sin causa para ser el hombre que estaba destinado a ser, todo nobleza y valentía. Lev, perdida parte de su inocencia por todas las pruebas sufridas, resurge de sus cenizas como una llama de esperanza para todas las conciencias. Quizá el personaje que más me ha dejado indiferente en este libro ha sido Risa, que quizá ha perdido su relevancia en la trama y ha pasado a ser una sombra de Connor. ¡Un tironcillo de orejas por esto, señor Shusterman! No me gusta que las protagonistas como Risa queden reducidas a un mero florero. Sin embargo, este desliz de lo perdono gracias a Grace y a Una, chicas de bandera donde las haya. Me dejo en el tintero a muchos personajes, como Cam, Hayden, Bam, Starkey, Sonia, Beau, CyFi… Pero me tiraría horas hablando de ellos y no terminaríamos nunca. Por supuesto, no me dejo a los odiados Nelson, Roberta y Argent, quienes tendrán ese final que todos deseábamos por haberles hecho la vida a cuadritos a nuestros protagonistas. ¡Oh, yeah!


La edición de Anaya es fantástica: ha mantenido la calidad de los libros y la homogeneidad de las publicaciones, lo que es de agradecer. No vamos a encontrar erratas, faltas de ortografía, o giros imposibles. La traducción sigue a cargo del habitual de la serie, Adolfo Muñoz, y simplemente me encanta. Es más, hasta la portada me parece la mejor de todas las novelas publicadas (recordemos que son propias de Anaya). Es tan representativa, tan simbólica, tan bien escogida, que me gusta muchísimo más que la original (aunque es parecida, tiene matices muy interesantes de los que no te das cuenta hasta que terminas el libro).

Aprovecho esta reseña para animar a Anaya, o a cualquier otra editorial, a que traiga más libros de Neal Shusterman a España. Especialmente, su última novela, Challenger Deep, ganadora del National Book Award 2015, uno de los más importantes premios literarios juvenilesy que trata con una sensibilidad exquisita y de forma imaginativa el desorden mental de un adolescente. Sí, me encanta este autor. Sí, no soy para nada objetiva. Y sí, me parece increíble la forma que tiene de escribir, sin insultar a la capacidad intelectual de su lector objetivo y de conectar con el público adolescente. ¡Quiero ese libro en español!

Echad un vistazo al booktráiler con actores reales que hicieron para Undivided (The Unwind Distology 4):


En definitiva, Conexión es el perfecto colofón final para una distopía juvenil soberbia alejada de los chiclés del género —protagonista femenina, triángulo amoroso, escasa ambientación, nada de interrogantes sobre el futuro que nos espera— con un desarrollo muy interesante, unos protagonistas potentes y muy bien perfilados, con grandes cuestiones sobre temas de rabiosa actualidad (megacorporaciones, mercado negro, tráfico de órganos, aborto, etnias, militarismo, etc.) y fantásticamente bien escrito. No dejéis pasar esta saga porque, de verdad, no os va a defraudar.

Esta novela ha sido publicada por Anaya Infantil y Juvenil en marzo de 2016 y traducida por Adolfo Muñoz. Está editada en rústica con solapas, tiene 472 páginas y un precio de 17.95 doblones (también disponible en digital y ePub). Es la cuarta entrega de la tetralogía "Desconexión".

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