El interés de los lectores por los retorcidos experimentos genéticos de Fabius Bilis han dado como fruto que Black Library se decida a publicar una serie protagonizada por el antihéroe.
La elección de Reynolds para la elección del puesto parecía obvia para Black Library: "relatos perversos surgidos de la mente de un autor cuyos depravados antihéroes son su pan de cada día."
Es una larga historia la de Fabius Bilis, pero el que otrora fuera el epítome del engaño y la perversión, apodado Señor de los Clones o Progenitor —temido a partes iguales tanto por monstruos como por hombres— tiene los conocimientos genéticos necesarios como para montárselo por cuenta propia de la manera más amoral posible. El Marine Espacial del Caos Apotecario, ahora convertido en renegado, ha sido apartado de sus experimentos poco ortodoxos y retirado al Ojo del Terror, pero no sin dejar tras de sí un rastro de abominaciones retorcidas.
Aunque parece que Bilis no puede resistir la tentación de, literalmente, "el caldero de la guerra", con tal de descubrir aquel secreto tras el que lleva toda su vida y que "evitará su propia destrucción."
Los mundos de Warhammer y Warhammer 40.000 no están exentos de épica —más bien viven gracias a ella—, así que lógicamente no faltan antihéroes y villanos a puñados. No es la primera vez que Black Library hace hincapié en los "malos" o "menos buenos" de la película —de hecho, hay otra serie en "Warhammer Fantasy" centrada exclusivamente en los villanos—, y la serie de Fabius Bilis confirma una vez más que este tipo de personajes son los que ponen a funcionar los pistones del interés en los lectores.
Entre otros títulos, como por ejemplo La galaxia en llamas de Ben Counter, Furia roja (tercero de la saga de los Ángeles Sangrientos) de James Swallow, o Fulgrim de Graham McNeill, Fabius Bilis también ha aparecido en unos cuantos relatos y en otras publicaciones como Fabius Bile: Repairer of Ruin, un audio drama también escrito por Josh Reynolds.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.