La espera parece haber sido eterna, pero los lectores de Andrzej Sapkowski por fin pueden echarle el guante a la tercera y última entrega de la trilogía histórica ambientada durante las Guerras Husitas del siglo XV.
Parecía que no iba a llegar nunca, pero desde hace poco menos de una semana se puede encontrar en las estanterías de las librerías la que posiblemente sea la novela de Andrzej Sapkowski más esperada en años después de La dama del lago, por lo menos en lengua castellana. Hablamos, como no, de Lux Perpetua, la novela con la que el polaco concluye la trilogía histórico-fantástica empezada con Narrenturm —aunque en el original se publicó en 2006— y que continuó en la lengua de Cervantes con Los guerreros de dios hace ya cuatro años.
Lux Perpetua termina la trilogía de las Guerras Husitas ambientadas en el siglo XV, novela gracias a la que podremos conocer el paradero de Reinmar de Bielau —Reynevan para los amigos—, noble y estudiante de medicina que no hace ascos a la alquimia, y al que gustan las mujeres y el vino como el que más.
Es una época convulsa plagada de hechos atroces y carnicerías varias, a grandes rasgos, pero de fondo hay algo más. Es novela histórica pero tiene elementos sin duda fantásticos, como sabrán los que han llegado hasta Lux Perpetua buscando quizá lo que no han encontrado en los libros de Geralt de Rivia o como continuación de las novelas del brujo. No necesariamente tienen que agradar a los seguidores de Geralt, pero sin duda hallarán bastantes puntos en común.
En cualquier caso, Narrenturm y sus continuaciones son novelas para degustar despacio, como una buena cerveza, ya que el impecable estilo de Sapkowski y su narración medieval consiguen que nuestro cerebro se traslade a otro plano de existencia, proporcionando de paso una experiencia enriquecedora con muy pocos competidores.
La sinopsis de Lux Perpetua nos cuenta lo siguiente, cuidado spoilers:
El Anticristo, muy señores míos, querido público, será de la estirpe de Dan.
Reinmar de Bielau, llamado Reynevan, se encuentra en una encrucijada. Por un lado, el médico y alquimista educado en Praga se ha convertido en un participante de importancia en la revolución husita contra el clero y la nobleza, un movimiento que ha impuesto su ley en Bohemia y Moravia, y que amenaza con extenderse por toda Silesia, Sajonia y Polonia hasta el mar Báltico. Por otro, la Inquisición ha capturado a su amada, Jutta de Apolda, y la utiliza como baza para chantajearle y obligarle a espiar para los enemigos de los husitas.
Excomulgado, manipulado por unos y otros, y rodeado de una creciente desconfianza entre los suyos, sólo contará con la ayuda de sus fieles amigos Scharley y Sansón Mieles para sortear intrigas y peligros sin cuento, inmerso en un espeluznante juego de poder que enfrenta a nobles y campesinos, eslavos y alemanes, paganos y cristianos, partidarios del progreso y defensores de la tradición.
En los campos teñidos de sangre del corazón de Europa, Reynevan perderá los últimos restos de su inocencia y aprenderá que ni las intenciones más puras ni la voluntad más firme pueden nada contra las inexorables realidades de la marcha de la historia. ¿O quizá sí?
La edición corre a cargo de Alamut, quien para la traducción de la novela de 504 páginas ha contado con Fernando Otero Macías, quien ya tradujese Los guerreros de dios después de que Narrenturm pasara por las manos de José María Faraldo. El libro se edita en rústica con solapas y cuesta 23,95 doblones.
La ilustración de cubierta es obra de Alejandro Colucci, con diseño de Alejandro Terán.
Los lectores llevaban mucho tiempo deseando tener Lux Perpetua en las manos, por lo menos para saber el fin de la historia, y la espera ha merecido la pena.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.