El volumen recopila los cinco números de la miniserie de Mark Waid y Terry Dodson que protagoniza la incombustible e intrépida princesa de Alderaan.
En cualquier caso, recientemente ha llegado a las librerías de la mano de Planeta el volumen recopilatorio de la miniserie de cinco números que firman Mark Waid y Terry Dodson sobre la Princesa Leia, uno de esos personajes icónicos de la trilogía original de George Lucas —y ahora también de El despertar de la Fuerza y Los últimos Jedi— de los que siempre se ha hablado en numerosas novelas y cómics de las últimas décadas, y sobre los que seguiremos leyendo en un futuro, no hay ninguna duda.
La propuesta de Mark Waid es bien directa: una aventura a la vieja usanza, como las que se publican en Star Wars desde hace tantos años. Es una space opera con todas las de la ley —para lo bueno y para lo malo, pensarán algunos—, así que no podemos esperar menos que aventuras, escenas de acción y una correcta profundización en el héroe.
Princesa Leia es precisamente un cómic pensado para mostrarnos las virtudes de la Princesa Leia, un personaje fuerte y decidido donde los haya, la gran protagonista femenina de Star Wars y la que pone los puntos sobre las íes en todas las situaciones que se plantean tanto en papel como en celuloide. Esta vez, y contraviniendo las órdenes de los máximos dirigentes de la Alianza Rebelde, Leia se lanza a la búsqueda de los alderanianos que están desperdigados por la galaxia tras el fatídico ataque de la Estrella de la Muerte sobre el planeta Alderaan, una vez se entregan las medallas al final de Una nueva esperanza.
Mark Waid aprovecha las muchas cualidades del personaje para hacerle salir airoso de las situaciones a las que se enfrenta, tanto en las diplomáticas como en aquellas donde se requiere un buen blaster. Lo bueno de Leia es que es un personaje lo suficientemente versátil y vale para todo aunque, como todos los personajes que no son dioses de la batalla o picadoras de carne, suele contar con ayuda, la mayoría de ocasiones de R2-D2 y sus bienvenidos gadgets —¿a quién falta por ayudar el droide cabezudo?—.
Por otra parte, no todas las princesas tienen un camino de rosas sembrado a sus pies, y Leia es una prueba de ello, ya que no solo no goza del pleno apoyo de muchos de sus allegados, quienes la consideran una princesa como las de los cuentos aparte de fría y reservada por no derramar una lágrima por la muerte de Alderaan y sus padres adoptivos, sino que tiene que demostrar que lo vale, aunque no a propósito: son los demás los que esperan grandes acciones y la heroicidad propia de estas historias. Leia simplemente hace lo que está en su mano, y lo único que busca es ganarse el respeto de los alderanianos que quedan, impresione o no a los más cercanos.
Princesa Leia tiene más de un guiño a las películas originales —la época en que se ambienta la trama—, creo que como casi todos los cómics que se han publicado de Star Wars —más evidentes en unos que en otros—, y por lo demás la aventura puede parecer intrascendente ya que el meollo de la búsqueda no tiene una relevancia posterior, aunque como trasfondo está bien planteado y es creíble con el personaje y fiel a lo que debe ser Star Wars.
En cuanto al apartado artístico, Terry Dodson —quien dibujó en su momento la adaptación al cómic de la novela El resurgir de la Fuerza Oscura de Timothy Zahn, trabajo que recomiendo— presenta un tono desenfadado, distinto a la mayoría de las publicaciones a las que nos hemos acostumbrado los lectores de la saga, que gana enteros con el efectivo color de Jordie Bellaire y el entintado de Rachel Dodson. La caracterización de los personajes y el movimiento que desprenden —con una Leia de aspecto acorde a las películas— es lo que más destaca en Dodson, aunque en cuanto al apartado tecnológico de naves, ordenadores y escenarios es bastante más escueto, hasta el punto de que no goza de ningún tipo de protagonismo para que los personajes no queden en segundo plano.
Es una lectura entretenida que satisface los apetitos galácticos de los lectores en papel de Star Wars, y ya por eso merece la pena echarle un vistazo, sobre todo si eres de los que tienen a Leia en un pedestal.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.