El bosque de Davokar rebosa de tesoros, monstruos y conocimientos de una civilización perdida, el lugar perfecto de aventuras donde ambientar Symbaroum.
Los aventureros no lo tendrán fácil en Davokar, ya que para conseguir los tesoros y los legajos de la mencionada civilización, tendrán que hacer frente a aberraciones, architrolls y peligros de diversa índole como no muertos, además de comerciar con clanes bárbaros o viajar hasta Yndaros, la capital del reino. La advertencia de los guardianes del bosque es clara: “camina con cuidado y no perturbes la paz de las ruinas de antaño, pues aquello que mora en la oscura profundidad de Davokar está a punto de despertar.”
Es en lo más profundo del bosque donde se oculta algo que duerme, debido a lo cual los clanes de elfos y bárbaros han acordado no intervenir para no despertarlo, lo que se traduce en reducir las incursiones al bosque y la obtención de una licencia para andar por sus dominios.
El manual de Symbaroum incluye todo lo necesario para jugar y no requiere libros adicionales. Lo único que no incluye es lápices, papel y dados poliédricos, algo que se encuentra en la casa de cualquier rolero. Por otra parte, el libro aporta 5 razas jugables, además de 3 arquetipos prediseñados que se dividen en 15 ocupaciones distintas que definirán a los personajes. También incluye 35 habilidades, 25 poderes místicos, 34 rituales, así como armas y armaduras con las que equipar a los protagonistas de Symbaroum.
Junto a la consabida guía para la creación de aventuras destinada al director de juego, 50 páginas describen la historia del mundo, geografía y culturas. Entre toda esa información destacan cuatro localizaciones importantes: el bosque de Davokar, el pueblo de Fuerte Espina, Yndaros, la capital del reino de Ambria y el precipiio de Karvosti.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.