Elric de Melniboné se ha convertido por derecho propio en uno de esos personajes míticos de la literatura fantástica, uno de esos pilares sobre el que se han apoyado muchas de las obras que vinieron después tras aquella primera aparición en la novela corta “The Dreaming City” que publicó la revista Science Fantasy en el número de junio de 1961. Elric es, junto a otros tantos pobladores de la fantasía como Conan, Fafhrd y el Ratonero Gris, Gavilán, Aragorn o Gandalf, uno de los referentes pese a los muchos defensores y detractores de Michael Moorcock. El Campeón Eterno tiene un sillón indiscutible en el salón de la fama de la fantasía, y por ello, varias décadas después, la editorial americana Centipede Press le dedica una nueva edición a Elric de Melniboné, la primera novela del personaje que Hutchinson publicó en Reino Unido en 1972 —a España no llegó hasta 1986, de la mano de Martínez Roca y su colección “Fantasy”—, haciendo por tanto un homenaje a un clásico de la fantasía que cumple, si tenemos en cuenta su primer debut en Science Fantasy, casi sesenta años.
A falta de más detalles sobre el libro, la edición de Centipede será similar a la que hace no mucho dedicó a la primera parte de las aventuras de Fafhrd y el Ratonero Gris. Para celebrar el aniversario de Elric, Centipede ha contado con el artista conceptual polaco Piotr Jabłoński, lo cual ha sido una elección que se antoja perfecta para reflejar a uno de los antihéroes de referencia de la fantasía heroica. A lo largo de estos años han sido muchas las representaciones gráficas del Campeón Eterno, algo de lo que hablaremos más adelante —siendo una de las más recientes la adaptación en BD de Julien Blondel, Didier Poli, Robin Recht y Jean Bastide—, pero la de Jabłoński es muy interesante porque tiene un aire serio, profundo, deshumanizado y con un toque de épica trágica y oscura que le viene como anillo al dedo. Es más, Jabłoński logra algo sumamente difícil de conseguir, y es que Elric parezca un personaje de cine mudo.
Esta edición de Elric de Melniboné ilustrada estará a la venta en los meses venideros, y será, como todo lo de Centipede, de tirada limitada. En cuando al impresionante arte de Piotr Jabłoński, juzgad vosotros mismos porque nunca se ha visto al débil y enfermizo Elric de esta forma...
El rey melancólico en el Trono de Rubí de la decadente Melniboné, ubicada en la Isla del Dragón y capital de un imperio que se derrumba. El Campeón Eterno está sentado en el sillón junto a su prima Cymoril, de quien está enamorado. Al pie de la escalera se encuentra Yyrkoon, hermano de Cymoril y rival directo del 428º emperador, ya que también comparte el deseo por su hermana y el trono.
Elric se prepara para la batalla a bordo del Barco que Navega Sobre Mares y Sobre Tierras.
Elric en la ciudad de Ameeron, ubicada en el Plano de las Sombras.
Elric en los dominios de Straasha, Señor del Mar, a quien el Campeón Eterno acude en un intento de continuar con vida.
Una de las frecuentes llamadas a Arioch, Señor de las Siete Oscuridades, el dios de Melniboné y Señor del Caos a quien Elric sirve. Apoyada en el suelo descansa la enorme espada negra Tormentosa, bebedora de almas, capaz de atravesar potentes hechizos con su hoja cubierta de runas y provocar en el Campeón Eterno un deseo irrefrenable de matar.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.