Nunca será un mal momento para regresar a Lankhmar, como meros lectores curiosos que buscan rememorar nuevas aventuras —también como recién llegados que se han adentrado en los recovecos de Nehwon—, o en este caso desde el punto de vista editorial, ya que la buena noticia es que Ediciones Gigamesh ha reeditado en otro formato las dos primeras colecciones de historias protagonizadas por Fafhrd y el Ratonero Gris, los dos personajes que creó el americano Fritz Leiber a finales de los años treinta del siglo pasado, y que se convirtieron en todo un referente. Sin ir más lejos, TSR usó las historias de Leiber como base para su archiconocido juego de rol Dungeons & Dragons, y Howard Chaykin y Mike Mignola las adaptaron al cómic.
Estas dos recopilaciones de aventuras de los famosos iconos de la espada y brujería ya habían sido previamente publicadas por la editorial en el Primer libro de Lankhmar que llegó a las librerías en 2013 con traducción de Jesús Gómez. Esta edición es, por tanto, una nueva edición en formato de bolsillo —en la colección “Omnium” de Gigamesh, lo que puede verse como un guiño a la antigua edición de Martínez Roca—, con el aliciente de que se presentan con otras portadas y contraportadas diseñadas e ilustradas por Enrique Corominas.
Las dos primeras entregas son Espadas y nigromantes y Espadas contra la muerte, primeras dos entregas de un total de siete que Gigamesh irá publicando a lo largo de este mismo año. Espadas y nigromantes tiene 190 páginas y cuesta 7 €, mientras que Espadas contra la muerte tiene 304 páginas y un precio de 9 €; ambos volúmenes ya están en las librerías.
Las futuras entregas serán Espadas en la niebla, Espadas contra la magia, Las espadas de Lankhmar, Espadas y magia glacial y El caballero y la sota de espadas.
En cuanto al apartado artístico hay que decir que tanto las portadas como las contraportadas de esta edición forman, al juntar todos los volúmenes, una historieta.
Este es el momento. Nehwon espera.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.