15 de abril de 2019

‘Capitana Marvel’, un mensaje feminista desde la ciudadela de la testosterona


Son muchos años viendo las películas del UCM (Universo Cinematográfico de Marvel), gracias a las cuales hemos paladeado los inicios de cada uno de los superhéroes —en el caso de Spiderman, y para nuestra desgracia, más de una vez— que han seguido la mecánica de la colección de cómics “100% Marvel”. La destrucción y la violencia en general han hecho acto de presencia en repetidas ocasiones, mostrándonos un mundo en el que parece que la cantidad de villanos algo desquiciados es directamente proporcional a la cantidad de héroes dispuestos a arriesgar su vida por el bien de la humanidad. Se nos ha hecho un recorrido no solo por los orígenes de algunos de ellos, sino también por los acontecimientos que les han llevado a unirse y conformarse —los Vengadores en este caso— como la única fuerza capaz de poner freno a todo tipo de amenazas, incluso las que llegan desde más allá de nuestras fronteras terráqueas. 

Pero, ¿os habéis fijado en cuántas mujeres aparecen en estas películas protagonizadas por los Vengadores? Está la Viuda Negra, quien utiliza sus dotes de sigilo para cumplir su cometido de espía, y la Bruja Escarlata, la cual nada más aparecer usa sus poderes para manipular a Iron Man —en Vengadores: La era de Ultrón—, mostrándose en siguientes entregas como una mujer vulnerable y temerosa de sus capacidades. Es cierto que hay otras féminas presentes en las películas como Shuri, la científica de Black Panther a la que no le llega Tony Stark ni a la altura del betún—, Gamora y Nebula de los dos volúmenes de Guardianes de la Galaxia, Hope Van Dyne como la Avispa, y otras más secundarias como Mantis, la guerrera okoye, Maria Hill y otras tantas que podrían llenar casi toda la pantalla. ¿Os habéis fijado en que todas son provocativas y que siempre tienen que tener a un hombre alrededor que las defienda/proteja, sin el cual no habrían tenido ningún protagonismo en la historia?


Es evidente que el mundo del cómic siempre ha tenido en mente un papel muy concreto para la figura de la mujer y aunque en la gran pantalla se intente compensar en cierta forma esta tendencia mostrando a estas heroínas como parte indispensable —como las de Los Vengadores—, no es algo que hasta el momento motivase la creación de una película independiente para explicar los inicios de ninguna de estas mujeres superheroicas. Como mucho un leve flashback o la confesión de algo especialmente traumático en el pasado utilizando siempre para ello un momento de evidente vulnerabilidad. La única película en la que la figura femenina cobró algo más de protagonismo fue en Ant-Man, y la Avispa, al fin y al cabo, era coprotagonista junto al Hombre Hormiga. Hasta ahora. 

La Capitana Marvel —no os voy a decir nada de su devenir por las distintas colecciones, ya que nunca se sabe qué está leyendo la gente y pretendo spoilear—, tras surgir en los años 70, ha ido adaptándose a distintos arcos argumentales. Ha habido algunos de ellos en los que ha sido una verdadera fuerza del cosmos, y otros en los que básicamente se ha dedicado a realizar labores que podría haber desempeñado cualquier funcionario secundario con un parche en el ojo. El común denominador en todas estas etapas es que se nos muestra a Carol Danvers como una mujer que sobrevivió en un universo de hombres para al final llegar a lo más alto de su carrera militar y convertirse en una de las mejores oficiales del ejército; en unos casos piloto, en otros la misma jefa de seguridad de Cabo Cañaveral. Un accidente —como suele ser normal en Marvel, y a cuyos miembros supongo que no habrá compañía de seguros que le quiera hacer una póliza— le permitió tener los poderes que podemos contemplar de forma bastante explícita en la película.


En mi opinión, la cinta representa bastante bien a esta heroína, adaptándola a un entorno cargado de testosterona y en el momento oportuno, justo después del “incidente Thanos” en Vengadores: Infinity War. Cierto es que, como siempre, a la mujer se le otorga la capacidad de enarbolar la luz de la esperanza, ya sea por sus poderes o por su actitud ante la adversidad, pero no hay que olvidar que el personaje se encuentra en el bando de los buenos y que los héroes tienen que desempeñar esta actividad y mostrar esta cualidad a tiempo completo. No es algo opcional. Así que no lo destaco como algo de evidencia sexista.

“No hay que olvidar que el personaje se encuentra en el bando de los buenos y que los héroes tienen que desempeñar esta actividad y mostrar esta cualidad a tiempo completo.”
La película presenta a Carol Danvers (también llamada Vers, a quien da vida Brie Larson) como una cadete en el Imperio Kree, sirviendo en la Fuerza Estelar bajo las órdenes de Yon-Rogg (Jude Law). Nada más empezar vemos cómo Vers tiene un talento especial que parece ser que controla con la ayuda de un chip mental externo y con el apoyo incondicional de su mentor, Yon. El argumento comienza a encaminarse hacia su apogeo cuando una serie de pesadillas la acechan y provoca que sus poderes se vuelvan algo más inestables con previsibles consecuencias en mitad de una misión de la Fuerza Estelar contra los llamados “terroristas Skrull”. Durante este ejercicio, Vers es capturada y le intentan sondear la mente en busca de información, pero logra escapar por los pelos para aterrizar a lo Hancock en un Blockbuster, en la Tierra, en los ochenta. Es ahí donde verdaderamente empieza la película.

Tras todas estas entregas a lo “100% Marvel” mostrando los inicios de los personajes, he de decir que no ha sido una cinta especialmente relevante ni sorprendente, más bien todo lo contrario: ha sido bastante predecible y, de hecho, su final es demasiado esperado —al contrario de lo que sucedía en Ant-Man y la Avispa— tras la escena postcrédito de Vengadores: Infinity War en la que Nick Furia manda un mensaje de ayuda a alguien indeterminado —salvo que se conozca el logo, claro— con un busca del año de la polca.


No es que Capitana Marvel pueda calificarse como una mala película, porque cuando uno sabe lo que va a ir a ver, lo ve asumiendo que lo que desfila delante de sus ojos es algo ya calculado, pero es cierto que esperaba algo más, tanto en la actitud de la misma Carol Danvers —quien por desgracia me ha parecido muy aniñada y en ocasiones forzadamente inocente— como en el devenir de los acontecimientos. Lo que de veras me parece interesante es la nota humorística que impone Nick Furia (Samuel L.Jackson) y el “gato” Goose, aunque considero que se desmitifica en cierta forma a este personaje, quitando a propósito ese aura de misterio del que siempre hace gala el espía.

Está claro que en lo que más destaca Capitana Marvel es en los efectos especiales, tanto en los poderes de la Capitana como en su traje. Es uno de los personajes que más se parece a su homónimo en los cómics y por tanto deja patente su razón de ser en la gran pantalla en esta época de necesaria evasión. También me ha encantado que sea una amiga y no un amigo a quien ella recurre en la película, y que efectivamente sea una mentora y no un mentor la que le haga de ancla moral. Es posible que la historia tienda a envilecer en cierta forma la figura masculina y puede que al fin y al cabo la entrega sufra el cansancio que producen esta sucesión sin pausa de historias iniciáticas y que sea mejor de lo que parece. Habrá que verlo en un futuro tras un necesario revisionado y tras comprobar si efectivamente este personaje ha sido correctamente introducido en el grupo de los Vengadores. Esperemos que este spin-off no haya sido más que una mera excusa para darle después un papel secundario detrás de un amasijo de músculos.


Capitana Marvel

Captain Marvel, 2019. Dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck. Interpretada por Brie Larson, Samuel L. Jackson, Ben Mendelsohn, Jude Law y Annette Bening. Producida por Walt Disney Pictures y Marvel Studios. Estreno: 8 de marzo de 2019. Duración: 123 min.
Mis esperanzas tras ver la película residen en ver cómo esto puede servir para que haya papeles femeninos de mayor importancia, porque pese a ser una historia basada en una superheroína con poderes cósmicos, Capitana Marvel no es otra cosa sino una historia de autosuperación que viene a irrumpir de forma algo cogida por los pelos —si pensamos desde dónde surge, entre otras cosas como una respuesta a la película Wonder Woman de DC—, en una sociedad que aunque sea a pasos demasiado pequeños, está empezando a reconocer el verdadero papel de la mujer en ella.

Aunque algo forzada, puede decirse que se trata de una declaración de intenciones por parte de una industria que siempre ha sido especialmente machista, muy cómoda en una sociedad sobre todo peyorativa hacia la figura de la mujer y su indispensable papel igualitario en la sociedad. Como primer gesto no está mal, aunque podría haber llegado antes. Eso sí, creo que Carol Danvers también gritaría aquello de “ni sumisa ni devota, sólo libre”.

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