La colección de Jordi Bayarri dedicada a algunas de las personalidades más destacadas de la historia está en proceso de incorporar a sus filas a Augusta Ada King (1815-1852), más conocida como Ada Lovelace —puesto que era condesa del famoso condado situado en Carolina del Norte—, hija de la matemática y activista social Anne Isabella y del célebre poeta Lord Byron. Esta matemática, escritora e informática destacó sobre todo por sus estudios sobre la calculadora junto a Charles Babbage, lo cual hace de ella una de las primeras programadoras informáticas de la historia.
Los logros de Lovelace, y al igual que hacen otros títulos de la colección “Científicos”, véase Hipatia, la verdad en las matemáticas o Darwin, la evolución de la teoría, quedarán retratados en Ada Lovelace, la encantadora de números, libro que escribe y dibuja Jordi Bayarri, y cuyo color corre a cargo de Dani Seijas. Por otra parte, del imprescindible apartado de documentación y supervisión se encarga Tayra Lanuza, doctora en historia de la ciencia.
Como en otras ocasiones, para que Ada Lovelace, la encantadora de números llegue a buen puerto y se publique en formato físico —la edición de siempre es en tapa dura, 48 páginas en formato apaisado y papel de calidad— Anillo de Sirio ha puesto en marcha un sistema de mecenazgo para apoyar la publicación de la obra. La opción mínima para participar son 10 €, pero aquellos mecenas que quieran ir más allá pueden obtener recompensas como una lámina en A4 exclusiva, ejemplares firmados y dedicados y el minicómic “Las tarjetas perforadas”, sobre la creación y el primer uso de estas protocalculadoras en la industria textil.
El crowdfunding ha sido un éxito, ya todavía quedan 37 días para que se cierre la campaña y Ada Lovelace ha superado los 5.500 € necesarios para conseguirla gracias a más de 250 mecenas.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.