La materia de Bretaña parece estar tan integrada en el imaginario popular que parece bastante fácil aportar material nuevo que tome elementos de ese mito y lo convierta en algo nuevo. O por lo menos no en algo totalmente nuevo, sino en otra cosa pero que refleje el espíritu original, pero con novedades. En las últimas décadas se han hecho muchos intentos de aportar novedades al material que han reflejado autores como Geoffrey de Monmouth, Thomas Malory o Chrétien de Troyes, desde novela (como la novela de John Steinbeck de 1976, Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros, que no deja de ser una recreación del clásico, hasta las “Crónicas del señor de la guerra” de Bernard Cornwell, Madouc de Jack Vance o La dama del lago de Andrzej Sapkowski), pasando por cómics como el Merlín de Robin Wood y Enrique Alcatena, el Arturo de Pérez y Saurí, o Arturo: Una epopeya celta de Chauvel y Lereculey (la versión más galesa en cómic que se conoce). En adaptaciones cinematográficas más modernas hay ejemplos como Rey Arturo: La leyenda de Excalibur de Guy Ritchie o El niño que pudo ser rey de Joe Cornish, sin dejar de mencionar Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores de los Monty Phyton o Excalibur de John Boorman. Los ejemplos son muchos y muy variados.
A priori la idea parece interesante: un Merlín que en realidad no lo es (se trata de un demonio) y por lo tanto la historia que conocemos ha cambiado. Es una lástima porque el componente de horror está ahí, pero falla en ejecución. Y cuando digo que falla me refiero a todo el conjunto, no solo algunas partes. Unholy Grail: El Asiento Peligroso no aporta nada al mito artúrico y al fin y al cabo estamos ante una perspectiva muy infantil, demasiado manida y poco original de tratar la materia de Bretaña. Unholy Grail es un desastre como cómic y como aportación al mito, no solo porque los cinco números de este primer arco argumental tienen poca conexión entre sí, sino porque además el guionista da saltos entre escenas, como si lo que quisiera demostrar Bunn es que conoce el mito y ha querido plasmar su saber en un cómic que tiene, aparentemente, un giro de tuerca.
Unholy Grail, volume 1, 2018. Cullen Bunn y Mirko Colak. Traducción de V. M. García de Isusi. Planeta Cómic, 2019, col. “Independientes USA”, 144 págs. Tapa dura, 14,95 €.
Personalmente, no salvaría de la quema a Unholy Grail, y como la intención de este comentario es la de no explayarse mucho más, solamente me queda decir que no lo recomendaría ni a los que busquen algo nuevo que leer de mitología artúrica ni a los que quieran refrescarse las ideas que ya tienen sobre el mito. Es una propuesta muy débil, inconexa y pobre que te deja con una sensación de haber perdido el tiempo, algo que no debería ocurrir con ninguna obra artística. Esas obras mencionadas al principio sí añaden cosas de valor, o por lo menos perspectivas diferentes, mientras que Unholy Grail son las aguas de cerrajas. Todavía queda mucho por mejorar en los siguientes arcos argumentales, muchísimo.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.