28 de noviembre de 2019

Desinventando el mito artúrico: ‘Unholy Grail’ de Cullen Bunn y Mirko Colak


La materia de Bretaña parece estar tan integrada en el imaginario popular que parece bastante fácil aportar material nuevo que tome elementos de ese mito y lo convierta en algo nuevo. O por lo menos no en algo totalmente nuevo, sino en otra cosa pero que refleje el espíritu original, pero con novedades. En las últimas décadas se han hecho muchos intentos de aportar novedades al material que han reflejado autores como Geoffrey de Monmouth, Thomas Malory o Chrétien de Troyes, desde novela (como la novela de John Steinbeck de 1976, Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros, que no deja de ser una recreación del clásico, hasta las “Crónicas del señor de la guerra” de Bernard Cornwell, Madouc de Jack Vance o La dama del lago de Andrzej Sapkowski), pasando por cómics como el Merlín de Robin Wood y Enrique Alcatena, el Arturo de Pérez y Saurí, o Arturo: Una epopeya celta de Chauvel y Lereculey (la versión más galesa en cómic que se conoce). En adaptaciones cinematográficas más modernas hay ejemplos como Rey Arturo: La leyenda de Excalibur de Guy Ritchie o El niño que pudo ser rey de Joe Cornish, sin dejar de mencionar Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores de los Monty Phyton o Excalibur de John Boorman. Los ejemplos son muchos y muy variados.


Innovar en el mito artúrico parece una tarea fácil, pero al mismo tiempo muy difícil, porque hay que trabajar dentro de ciertos límites y el resultado parece encontrarse más bien dentro de una caja que campando en plena libertad. Es el caso de Unholy Grail, una de las últimas propuestas del guionista Cullen Bunn (Conan el Asesino, Uncanny X-MenDark Ark), una aproximación al mito pero desde la perspectiva de un Merlín transformado por un demonio y cuyo comportamiento le da un giro de tuerca a la historia. O por lo menos esa es la idea de lo que considero un fracaso argumental. La edición española de Planeta Cómic, por cierto, recoge los números 1 a 5 de la serie original americana Unholy Grail —el arco argumental se titula “El Asiento Peligroso”— publicada por AfterShock Comics.

A priori la idea parece interesante: un Merlín que en realidad no lo es (se trata de un demonio) y por lo tanto la historia que conocemos ha cambiado. Es una lástima porque el componente de horror está ahí, pero falla en ejecución. Y cuando digo que falla me refiero a todo el conjunto, no solo algunas partes. Unholy Grail: El Asiento Peligroso no aporta nada al mito artúrico y al fin y al cabo estamos ante una perspectiva muy infantil, demasiado manida y poco original de tratar la materia de Bretaña. Unholy Grail es un desastre como cómic y como aportación al mito, no solo porque los cinco números de este primer arco argumental tienen poca conexión entre sí, sino porque además el guionista da saltos entre escenas, como si lo que quisiera demostrar Bunn es que conoce el mito y ha querido plasmar su saber en un cómic que tiene, aparentemente, un giro de tuerca.


Ese giro de tuerca no es más que un reclamo como cualquier otro para llamar la atención, porque de otra forma el cómic hubiera pasado totalmente desapercibido en las estanterías —la portada de Mirko Colak es muy buena, algo bueno tendría que tener—. Tanto es así que el mito artúrico está incluso metido con calzador, y si Unholy Grail se ambientara en otro universo de ficción cualquiera sin conexión con la materia de Bretaña nos daría lo mismo. De ahí que Unholy Grail sea un fracaso como aportación al mito, y los que conozcan bien la leyenda no les va a saber a nada.


Unholy Grail, vol. 1: El Asiento Peligroso

Unholy Grail, volume 1, 2018. Cullen Bunn y Mirko Colak. Traducción de V. M. García de Isusi. Planeta Cómic, 2019, col. “Independientes USA”, 144 págs. Tapa dura, 14,95 €.
Por otra parte, y en relación a lo dicho anteriormente, Unholy Grail parece más bien un desfile de escenas recogidas de las diversas publicaciones clásicas que hay sobre el mito, como para demostrar que se han hecho los deberes. Están inconexas y esas escenas son las más típicas que se encuentran en la materia de Bretaña —básicamente, la mayoría son las que han quedado en el imaginario colectivo después de que los trovadores franceses les dieran un repaso—, aunque se aprecia la intención de Bunn por dotarlas de algo de personalidad agregando un poco de sexo aquí, otro tanto de sangre por allá y alguna que otra maquinación satánica. El apartado artístico de Mirko Colak (lápices) y Maria Santaolalla (color) no está mal, pero le falta fuerza, lo mismo que al guion de Bunn. Tratándose de una historia aparentemente oscura, el apartado artístico es demasiado luminoso para que lo que se pide, por lo que la impresión que le queda al lector es doblemente fallida.

Personalmente, no salvaría de la quema a Unholy Grail, y como la intención de este comentario es la de no explayarse mucho más, solamente me queda decir que no lo recomendaría ni a los que busquen algo nuevo que leer de mitología artúrica ni a los que quieran refrescarse las ideas que ya tienen sobre el mito. Es una propuesta muy débil, inconexa y pobre que te deja con una sensación de haber perdido el tiempo, algo que no debería ocurrir con ninguna obra artística. Esas obras mencionadas al principio sí añaden cosas de valor, o por lo menos perspectivas diferentes, mientras que Unholy Grail son las aguas de cerrajas. Todavía queda mucho por mejorar en los siguientes arcos argumentales, muchísimo.

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